La música de Pete Robbins requiere y reclama atención. Siempre está ocurriendo algo, siempre se está construyendo una melodía, un solo, un ambiente. Escuchar al cuarteto es un ejercicio intelectual con recompensa espiritual. Nos relaja, nos altera, nos absorbe y nos devuelve a la realidad en mejores condiciones. El grupo es sumamente respetuoso con cada uno de sus miembros, que disfrutan de mucho espacio en sus solos. Buena muestra de ello da Simon Jermyn en el inicial “Eliotsong”. Mikkel Ploug, guitarrista de la escuela de Kurt Rosenwinkel, pone mucho cuidado en sus voicings y utiliza el silencio de forma prominente. Robbins atesora un sonido dulce y meloso que contrasta con lo anguloso de sus improvisaciones, en continua progresión dinámica y sugiriendo muchos reclamos de cara a la interacción con sus compañeros de viaje, que exploran juegos rítmicos y métricos. El repertorio está compensado. El obsesivo “There There” encuentra su contraste en la aparente agresividad de “Inkhead”, al igual que la balada “The Quiet Space Left Behind” lo hace con “Hoy Polloi”. Cierra el disco “Hope Tober” con su bellísima melodía, que nos deja con ganas de más.
Robbins ha creado un cuarteto que fluye con la liviandad de un trío, agradable de escuchar pero moderno e incisivo. Un concepto entre global y americano para una buena muestra de jazz del siglo XXI.
Arturo Mora
Músicos: Pete Robbins (saxo alto), Mikkel Ploug (guitarra eléctrica), Simon Jermyn (bajo eléctrico) y Kevin Brow (batería).
Grabado en directo en el Birdseye Jazzclub en Basel (Suiza) el 16 de enero de 2010
Hate Laugh Music 002.