Al contrario de lo que ocurre con el piano, los teclados no son demasiado habituales en la libre improvisación. En Tatterdemalion Liam Noble cambia las ochenta y ocho teclas habituales en sus grabaciones por los teclados, y demuestra que estos merecen también su espacio en la creación libre. Es precisamente por este motivo, que lo más llamativo a lo largo de las siete improvisaciones del trío formado por Noble, Rachel Musson (saxo) y Mark Sanders (batería) sea la versatilidad que presenta su empleo. Esta variedad está presente tanto en las múltiples sonoridades que adopta, como en su utilización a la hora de improvisar y mimetizarse en otros instrumentos. Por momentos los teclados adoptan un comportamiento más propio de una guitarra eléctrica o incluso de un saxo.
A lo largo de todo el CD se dan los elementos que son imprescindibles para que una sesión de improvisación libre funcione. En primer lugar, los tres músicos no olvidan incluir elementos melódicos. La música pasa por momentos de distinta intensidad: hay momentos más tranquilos, junto con otros en la que Rachel Musson emplea el expresionismo propio del free jazz y sus derivados. También es importante el uso de la dinámica. La capacidad de los músicos de aumentar y disminuir esa intensidad con naturalidad. En último lugar los tres músicos adoptan distintos roles. Primando su interacción, a lo largo del disco hay momentos de diálogos a tres y dos bandas, y también de charlas en solitario. Estos músicos adoptan a su vez el papel más adecuado al desempeño del grupo, de modo que además de la brillantez como solista, los tres músicos también se encargan de la tarea de mantener el entramado rítmico para permitir el lucimiento de sus compañeros.
© Pachi Tapiz, 2013
Rachel Musson, Liam Noble, Mark Sanders: Tatterdemalion (Babel Label, 2013) ****