Un lugar. Hotel Prins Hendrik en Amsterdam, un lugar nefasto para los amantes del jazz. Desde una de sus habitaciones, de la segunda planta, se precipitó el cuerpo de Chet Baker hacia el vacío. Cerca de donde falleció el trompetista, se erigió un monumento improvisado, que finalmente dejó paso a una placa conmemorativa situada a la entrada del hotel.
Seleccionado y comentado por Juanma Castro Medina