Por Julián Ruesga Bono y Antonio Torres.
- Fecha: 20 de febrero de 2020.
- Lugar: Sala Juan De Mairena, del Espacio Turina, Sevilla.
- Grupo:
RAZZ
Rafael Redondo, piano
Antonio del Caño, contrabajo
Pedro Cortejosa, saxos tenor y soprano
Guillermo McGill, batería
Matías López “El Mati”, cante y percusión
RAZZ en Sevilla: Jazz de aquí ahora
Razz en el escenario
Assejazz, Asociación Sevillana de Jazz, viene organizando su ciclo de conciertos Jazz&Club desde hace cuatro años. Esta es la cuarta temporada y por el escenario de la sala Juan De Mairena, del Espacio Turina, están pasando los mejores músicos de jazz del país en una programación de gran calidad realizada por los músicos de la asociación. El jueves 20 de febrero tocó Razz, la banda formada por dos músicos cordobeses, el pianista Rafael Redondo y el contrabajista Antonio del Caño. En el concierto presentaron su álbum, Miscelínea (Omix Records, 2019), uno de los discos más sobresalientes de los grabados en Andalucía en los últimos años –y se han publicado discos excelentes últimamente por aquí. El álbum se registró en Córdoba y está producido por el guitarrista valenciano Ximo Tèbar, todo el material son composiciones de Rafael Redondo excepto dos temas firmados por Antonio del Caño.
Pedro Cortejosa y Antonio del Caño
Hacía tiempo que quería escuchar en directo a RAZZ. Hace un año, cuando se publicó su álbum, me sorprendieron. Miscelínea, no es un trabajo vanguardista en el sentido artístico moderno del concepto, tampoco jazz flamenco. La música de RAZZ es una miscelánea, que parte de la cultura musical en la que los músicos han crecido y de la que se han formado: rock progresivo, copla, flamenco, música académica contemporánea y jazz, y desde ahí construyen un paisaje musical lleno de matices y colores, de sonoridad sureña y mediterránea que desde la primera escucha se me hizo próximo y familiar. RAZZ, hace un jazz rítmico y melodioso, sensible y lírico, muy personal y atractivo. No suenan a nada conocido pero en su música se reconocen muchas músicas. El suyo no es un jazz de mezcla preconcebida, ni un juego de fusiones de laboratorio con porcentajes medidos. Su música es de una sofisticada y a la vez sencilla belleza que suena con franqueza y naturalidad.
Rafa Redondo
Además, en directo, se acompañan de tres excelentes músicos. El dúo se reforzó para el concierto con dos referentes del jazz en Andalucía, Pedro Cortejosa a los saxos tenor y soprano y Guillermo McGill en la batería, y con el cantaor Matías López, “El Mati”, que también toca el cajón flamenco y aporta, cada vez que interviene, el punto de fuga sonoro que da la profundidad y perspectiva aflamencada a la música de la banda. Tanto Cortejosa como “El Mati” participaron también en la grabación del álbum.
La música de RAZZ llega al espectador de forma directa, a través de melodías de una belleza exuberante y cálida. Los músicos desarrollan un jazz que aúna muchos ingredientes de forma inteligente y sensible. En el concierto tocaron todos los temas del álbum además de dos clásicos, “Los cuatro muleros” y “My Favorite Things”, que vistos y oídos en contexto parecen toda una declaración de intenciones. Comenzaron con “Sinergia”, y los diferentes temas fueron sucediéndose: “Calahonda”, “My Favorite Things”, “Los Tilos”, “La Sonrisa de Sandra”, “Solea Serena”, “Los Cuatro Muleros” y “El Naranjo de San Marcos”-“Floema”. Estos dos últimos estaban engarzados en un sólo tema con el que cerraron el concierto. Aquí, el cante de “El Mati” ondulaba entre la llamada del muecín y la saeta y Pedro Cortejosa hizo que el sonido de su saxo pareciera una flauta bansuri hindú. Fue el momento álgido, el apogeo del concierto, un pasaje hipnóticamente sicodélico que fue transformándose en una melodía de sonoridad latina caribeña –en una atmósfera elevada y electrizante. Un final de esplendida belleza para un concierto memorable que ojalá se hubiese prolongado más.
Guillermo McGuill
Matías López, “El Mati”
Tomajazz:
Texto: © Julián Ruesga Bono, 2020
Fotografías: © Antonio Torres, 2020