Jazz en la Costa. 29 Festival Internacional de Almuñécar
- Fecha: 19 de julio de 2016
- Lugar: Almuñécar, Granada
- Formación:
Richard Bona & Mandekan Cubano
Richard Bona, bajo y voz
Ludwig Afonso, batería
Osmany Paredes, piano
Luisito Quintero, percusión
Roberto Quintero, percusión
Rey Alejandro, trombón
Dennis Hernandez, trompeta
Richard Bona volvía a Jazz en la Costa ocho años después de su actuación en trío junto a Gerald Toto y Lokua Kanza, y Almuñécar lo recibió con los brazos abiertos, hasta el punto de ser el primero en vender todas las entradas, e incluso verse la organización obligada a ampliar el aforo ante la numerosa demanda. Además, el proyecto con el que regresaba, Madekan Cubano, tenía todos los visos para convertirse en uno de los conciertos más animados del festival. Y así fue, ¡vaya si lo fue!
Escudado por un fabuloso elenco de instrumentistas cubanos, con el magnífico pianista Osmany Paredes, los vientos de Rey Alejandro y Dennis Hernández y la percusión de los hermanos Roberto y Luisito Quintero, desde el primer instante Bona y los suyos pusieron a bailar al Majuelo, que disfrutó de su virtuosismo al bajo y de su desparpajo interactuando con el público y su grupo, con un lenguaje musical afrocubano que pareciera ahondar en sus raíces más profundas gracias al particular estilo vocal de Bona, casando a la perfección. Y esa interacción se realizó a través de la música, la comunicación y mucho humor, pues Bona estuvo especialmente sembrado y despertó sonrisas por doquier, pidiendo varias veces al público participar con sus cánticos y palmas de la música que estaban interpretando. No obstante, el concierto tuvo mucho de parte vocal, y Bona utilizó su voz cantante como un instrumento más además de su bajo eléctrico, hasta el punto de que el tema más celebrado consistió en un impresionante solo que realizó grabando con un pedal pasajes de su voz cantados y posteriormente superpuestos, momento precioso que levantó al público en aplausos de júbilo.
Sin duda fue un concierto de los que generan afición, cargado de virtuosismo, de empatía y de buena música afrocubana en dos horas sin interrupción.
Texto: © Diego Ortega Alonso, 2016
Fotografías: © Juan Jesús García, 2016