El pasado mes de febrero el guitarrista Roni Ben-Hur, de origen israelí, ofreció tres conciertos y participó en un seminario de jazz en Madrid. Colaborador habitual del pianista Barry Harris, Ben-Hur está a punto de publicar su cuarto CD, Keepin’ It Open (Motema), en el que le acompañan Ronnie Mathews, Lewis Nash, Santi DeBriano, Jeremy Pelt y Steve Kroon. Ben-Hur, que cuenta con un considerable bagaje docente, publicará a lo largo de la próxima primavera un nuevo método sobre conceptos armónicos para guitarra de jazz.
Durante su estancia en Madrid, el 1 de febrero de 2007, Sergio Cabanillas entrevistó a Ben-Hur en su programa de radio «Universos Paralelos» de Onda Verde (Madrid 107,9 FM). El programa –en el que sonaron nuevas piezas de Keepin’ It Open– contó además con la presencia de Arturo Mora (Tomajazz) y el guitarrista Héctor García Roel.
ARTURO MORA: Naciste en Israel, pero tu familia viene de Túnez. En tu página web hablas sobre la importancia de la parte festiva de la música en tu familia. Si tuvieras que comparar el aspecto intelectual del jazz con su parte más festiva, ¿cuál desequilibraría la balanza?
RONI BEN-HUR: Creo que es muy importante combinar ambos aspectos, que eso es lo que hace que la música sea lo que es. La parte festiva del jazz viene de la gente, es música que viene de la gente, no necesariamente gente que haya estudiado música, no necesariamente gente que haya ido al Conservatorio, sino gente que haya entrado en la música a través de su tradición, de su hogar, de sus iglesias; eso es lo que le da al jazz el elemento de espontaneidad y originalidad, el hecho de que todo el mundo pueda ser muy individual. Y el hecho de que es música que se estudia, que los músicos invierten su tiempo en expandir su conocimiento sobre ella, es lo que la hace tan sofisticada.
ARTURO MORA: Hablando sobre el desarrollo del jazz, en el álbum que estás a punto de publicar hay una canción tradicional israelí, hay bossa nova, hay un tema español de Enrique Granados, y en el CD anterior, Signatures, había dos composiciones de Heitor Villa-Lobos y otra de Jobim. ¿Cuál es el reto para Roni Ben-Hur cuando adapta al lenguaje del jazz temas que fueron concebidos en otros territorios musicales?
RONI BEN-HUR: Creo que el reto no lo es tanto siempre y cuando no trates de ser purista. Antes de la llegada de los equipos de grabación, el único medio de transmisión de la música era la escritura. Y aun así había espacio para las interpretaciones. La gente podía interpretar la música de los compositores, y rearreglarla. Creo que muchas piezas se prestaban a ello, y no solamente a tocarlas nota por nota según la concepción original del arreglo.
ARTURO MORA: ¿Qué temas de otros contextos musicales te gustaría adaptar en un futuro cercano?
RONI BEN-HUR: Bueno, no te podría decir qué sería. Sé que hay antiguas canciones tradicionales israelíes que me gustaría hacer, y también música de la literatura religiosa, de la literatura religiosa sefardí. Siempre me he sentido muy cercano a la música española, y al flamenco también, pero realmente no podría decir qué incluiría en mi próximo proyecto.
ARTURO MORA: ¿Qué destacarías de lo que has aprendido tocando con Barry Harris?
RONI BEN-HUR: Que la música está ahí por la belleza, está ahí para conmover y emocionar a la gente. Debe conmover a la gente en un nivel emocional, no impresionarles en un nivel intelectual.
ARTURO MORA: Has tocado con pianistas como Barry Harris, John Hicks, Chris Anderson… Armónicamente, ¿cómo combinas la guitarra y el piano?
RONI BEN-HUR: No es difícil si escuchas. La gente que has mencionado tiene una gran capacidad de escucha, y hay algo más que he aprendido de ellos: mientras escuches no es tan difícil, es como dos personas muy brillantes en un tema concreto, que pueden tener una conversación y presentar una idea juntos. Si la persona con la que tocas te escucha, y siempre es receptiva a lo que estás haciendo, entonces siempre hay espacio para lo que hagas.
SERGIO CABANILLAS: Desde un punto de vista técnico, más allá de escuchar e interactuar, ¿cómo distribuyes el trabajo armónico cuando estás tocando con un pianista para que nadie «pise» el rango del otro?
RONI BEN-HUR: No creo que haya una regla fija. La forma fácil de salir del paso es que el piano haga la armonía. El siguiente recurso fácil es intercambiar, en otras palabras: en algunos puntos toca el piano, en otros toca la guitarra; pero la forma más gratificante es combinar, estar alerta y escuchar constantemente, y ser muy sensible al otro, entonces funciona.
SERGIO CABANILLAS: Entonces se puede concebir como compartir el registro: ¿menos peso en la mano izquierda del piano mientras la guitarra toca cuerdas graves y viceversa en las notas agudas?
RONI BEN-HUR: Sí, pero no se tiene que determinar de antemano. Todos estos problemas se solucionan solos cuando se escucha. Si lo fijas de antemano pero no escuchas, no te servirá.
SERGIO CABANILLAS: ¿Cómo te sientes tras la pérdida de John Hicks?
RONI BEN-HUR: Ha sido muy duro. Cuando John se fue –no hace mucho, de hecho toqué con él un par de semanas antes– me cogió por sorpresa. Me sentía muy cercano a él, era un amigo íntimo. Fui a su funeral en la Iglesia de St. Peter en Nueva York (algo así como la Iglesia del Jazz), en la que se celebran los funerales de músicos de Jazz; todos los que intervinieron hablaron sobre lo cercano y buen amigo que era John Hicks. Para mí fue una lección ver qué gran persona era, y qué gran homenaje a su vida es que toda la gente con la que tuvo contacto sintiera que era su mejor amigo.
SERGIO CABANILLAS: ¿Y en el aspecto musical?
RONI BEN-HUR: Musicalmente fue genial trabajar con él. Era un pianista de primera clase, compositor, arreglista y líder, pero cuando trabajaba en mi banda e hicimos el disco, era totalmente receptivo a cualquier cosa que yo quisiera hacer, y todo su propósito era que yo consiguiera el sonido que estaba buscando.
ARTURO MORA: Acerca de tu mujer, Amy London, la gran cantante de Jazz y de Broadway, ¿qué influencia musical ha ejercido sobre ti?
RONI BEN-HUR: Claro, ella es una gran cantante y tiene un nuevo CD con John Hicks. Debería salir en mayo. Me ha influido de muchas formas, y he crecido musicalmente con ella por el mero hecho de trabajar con una gran cantante. También me ha puesto en contacto con el gran cancionero americano, la literatura de Broadway, los musicales y las películas de los años treinta, cuarenta y cincuenta.
ARTURO MORA: Has publicado un libro sobre guitarra de Jazz llamado Talk Jazz («Habla Jazz»). ¿Qué diferencia hay entre «tocar Jazz» y «hablar Jazz»?
RONI BEN-HUR: Hablas jazz si tocas Jazz bien. El libro se llama Talk Jazz porque aborda directamente el lenguaje y el vocabulario del mundo del Jazz. Trata de ayudar a los estudiantes a ponerse en contacto con el vocabulario, formas específicas de tocar cosas que suenen en el lenguaje del Jazz; no sólo conceptos teóricos, sino frases musicales correctas.
ARTURO MORA: Como docente de Jazz, ¿aprendes enseñando? ¿Qué opiniones te dan tus alumnos?
RONI BEN-HUR: Aprendo mucho de mis alumnos. Cuando enseñas algo y lo cuentas, de algún modo te desprendes de ello, y algo nuevo tiene que remplazarlo, así que sigues creciendo. También, siempre que enseñas algo, lo escuchas y lo examinas otra vez, y reaprendes las cosas, es un proceso de crecimiento completamente distinto.
ARTURO MORA: En docencia, hay una máxima que dice: «Si no sabes explicarlo, no lo sabes». ¿Esto se puede aplicar a tu método de enseñanza?
RONI BEN-HUR: Bueno, intento encontrar la mejor forma de explicar, basándome en cómo lo he entendido yo; lo que me ayuda a explicar bien es que tuve mucho que aprender, así que pude comprender toda la ambigüedad; generalmente uno no entiende lo que significan las cosas, y cada vez que veo a mis alumnos así, me veo reflejado en ellos, así que intento encontrar la forma de explicarlo. Pero sé dos cosas; una: nunca lo puedo explicar por completo, y la siguiente, que no conozco la verdad. Siempre digo a mis alumnos: «No os estoy diciendo que esto sea así, os estoy contando lo que sé y cómo lo veo yo, y vosotros vais a escuchar eso de muchas formas distintas, y a lo mejor son ciertas, o a lo mejor la verdad no existe».
ARTURO MORA: ¿Estás en contacto con la escena jazzística israelí?
RONI BEN-HUR: No mucho. Ahora mismo veo a muchos músicos israelíes que vienen a Nueva York, más que antes. Creo que para los israelíes la transición hacia el Jazz es fácil, porque Israel es como un crisol de muchos tipos distintos de música, y los ritmos del Jazz existen en esa clase de cosas rítmicas que ocurren en las distintas músicas tradicionales israelíes, pero no estoy en contacto con la escena israelí que hay en Israel.
SERGIO CABANILLAS: Recomiéndanos algunos nombres de músicos israelíes que estén en Nueva York, y también de otros músicos de la escena neoyorquina.
RONI BEN-HUR: Hay tantos… No me gustaría dar nombres, porque me dejaría a tanta gente fuera… pero yo diría que hay un montón de buenos músicos nuevos en Nueva York, y hay tantos estilos diferentes que están explorando… algunos de ellos hacen Jazz tradicional, otros incorporan músicas del mundo, algunos música tradicional… Hay tantas cosas que pasan en Nueva York… Si alguien realmente quiere averiguar quién hay en Nueva York, que busque un calendario de Nueva York en Internet y siga los enlaces de los músicos en las páginas de los clubes, porque hay tantos…
SERGIO CABANILLAS: Lo siento, pero tenemos que aprender… (risas)
RONI BEN-HUR: Uff, qué difícil… Bueno, hay un pianista llamado Sasha Perry, un bajista llamado Ari Roland, un arreglista llamado Chris Byars, hay tantos, realmente un montón… Todo el mundo va a Nueva York, a todo el mundo le atrae, allí viven talentos increíbles… No hago justicia dejando a tantos fuera…
SERGIO CABANILLAS: ¿Qué te hizo elegir la tradición en vez de la experimentación? ¿Cuáles podrían ser tus futuras vías de desarrollo en tu carrera musical?
RONI BEN-HUR: «Raíces» es una palabra importante para mí. El bebop ha constituído mis raíces durante los últimos veinte años, pero antes hubo otros veinte años, y esas raíces también están apareciendo en la música, y creo que lo que pasó en mis últimas grabaciones es que yo estaba más alerta de qué música quería aparecer, y de qué música me atrae más, y dejé de preocuparme sobre lo que se supone que debo tocar, y me centré en lo que quería tocar. En el futuro creo que haré más de lo mismo, más composiciones y arreglos –realmente disfruto arreglando– y me gustaría hacer proyectos que incorporen más música clásica, más música étnica y más Jazz tradicional.
ARTURO MORA: ¿Cuáles son tus criterios para elegir un bajista y un batería?
RONI BEN-HUR: Bueno, deben tener swing, deben tener un gran sonido, y deben escuchar mucho. No pueden ser encasillados. Yo podría tocar con un batería que sólo piense de una forma, como Bebop o Jazz, pero me gustan los baterías que piensan más allá.
ARTURO MORA: ¿Cómo eliges el repertorio de una sesión de grabación?
RONI BEN-HUR: Para una sesión de grabación, generalmente sabes que vas a hacer un disco tres o cuatro meses antes. Empiezo montando una lista de canciones, cosas que a lo mejor llevaba tiempo pensando que me gustaría hacer, y habitualmente el cuarenta por ciento acaba quedándose. Pienso en ello durante todo ese tiempo, y en la instrumentación… y entonces algunas cosas rondan por la mente, y a lo mejor tres meses o dos semanas antes de la grabación todo se concreta. Es un proceso que nunca acaba hasta que se llega a la grabación. Sea lo que sea, tiene que ser algo que realmente me emocione, algo en lo que me sienta muy involucrado. No puedo hacerlo porque piense: «oh, incluir esto es una buena idea», o «es una canción que venderá», o «alguien quiere que toque esto».
ARTURO MORA: En los conciertos, ¿el orden está predefinido o decides los temas dependiendo de cómo evoluciona el espectáculo?
RONI BEN-HUR: No, puedo ir a un concierto con ciertos temas que me gustaría tocar en mente, pero tiene que ser algo flexible, tienes que ver al público, tienes que ver su respuesta, qué clase de público tienes, qué hora es… Tienes que ser flexible de forma que no te cierres en torno a una lista, porque a lo mejor a veces una balada es lo adecuado, a lo mejor quieres empezar con un tema rápido, pero quizás una bossa nova sería mejor; así que hay un fondo de temas de los que vas tirando, pero no tienes que establecer el orden obligatoriamente. A veces haces el orden y funciona, pero tienes que ser flexible.
ARTURO MORA: Háblanos acerca del nuevo álbum: el proceso, tus sensaciones, qué esperas de él, quién toca…
RONI BEN-HUR: El CD salió por un alumno mío que quiso que yo hiciera un disco, y decidió producirlo. Entonces vino la elección de los músicos, fui buscando y pensé en cosas distintas, y estoy muy, muy contento con la gente que hay en el CD. Tengo a Ronnie Mathews al piano –Ronnie ha estado en la música durante mucho tiempo, ha tocado con un montón de grandes músicos–, Jeremy Pelt, que es un trompetista joven –creo que tiene treinta años– y realmente está causando sensación en Estados Unidos, con buen sonido y concepto; el bajista es Santi DeBriano, que es un bajista maravilloso, otro músico que merece mayor reconocimiento, también como compositor y arreglista; él y yo hemos trabajado juntos unas cuantas veces antes de esta grabación, y su sonido me tiene enamorado; el batería es Lewis Nash, todo el mundillo del Jazz le conoce, probablemente sea el batería de Jazz más famoso del momento, un gran batería, maravilloso, y de gran sensibilidad, y el percusionista es un tío que tocó conmigo en Signatures, Steve Kroon, también un percusionista excelente de gran sensibilidad. Grabar fue maravilloso, el proceso fue genial, lo hicimos en dos días y fueron dos días de alegría.
SERGIO CABANILLAS: Hablando sobre tu estudiante, los músicos en 30.000 kilómetros a la redonda deben estar verdes de envidia… [risas]
RONI BEN-HUR: Sabes, a mucha gente la música le conmueve, y quieren corresponder de alguna manera, y buscan formas de hacerlo, y entonces miran a la industria del Jazz y la encuentran muy descorazonadora. Creo que muchos de ellos toman el camino equivocado y dicen: «primero vamos a buscar una compañía que saque el CD», «busquemos primero una sala donde promocionar el CD», pero creo que acabarían haciendo más si sencillamente dijeran: «hagamos el CD». Es importante que a esta gente a la que realmente le gusta la música y quiere hacer algo al respecto diga: «hagámoslo». Como si fuera un pintor: «no sé dónde pondré el cuadro, no sé qué museo lo exhibirá», pero, por favor, píntalo. Hagamos lo mismo con los músicos, y las cosas funcionarán.
SERGIO CABANILLAS: Hay gente que tiene una imagen idealizada sobre la escena jazzística de Nueva York, y en la medida en que la conocemos, las cosas no son así. ¿Cómo ves la escena neoyorquina hoy en día?
RONI BEN-HUR: Es una escena muy, muy dura. Realmente tienes que querer estar en ella, porque encontrar tu sitio allí lleva mucho tiempo. Por supuesto que hay excepciones, hay gente que encuentra su sitio inmediatamente y se convierte en estrella, pero por cada persona que tiene grandes discos que se distribuyen por todo el mundo, hay mil a los que no les pasa. Me gusta la historia de un amigo mío, Leroy Williams, el batería que toca conmigo en varios de mis discos: me dijo que una vez estaba muy desanimado y fue a ver a Art Blakey, y Art Blakey se dio cuenta, podía sentirlo, y le dijo: «Leroy, tienes que recordar por qué tocas esta música. No la tocas por la fama, no la tocas por el dinero, la tocas porque amas la música, y eso te puede ayudar en los momentos duros».
© 2007 Sergio Cabanillas y Arturo Mora Rioja
Agradecimientos: Héctor García Roel
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