‘Doxy’ vivió su primera grabación en junio de 1954, en el transcurso de una gloriosa sesión que acabaría traducida en un célebre disco de Miles Davis, Bag’s Groove, y durante la cual su propio autor, Sonny Rollins, la interpretaría codo a codo con el genial trompetista y con los no menos imprescindibles Horace Silver, Percy Heath y Kenny Clarke. Aquel disco albergaría otras dos composiciones más de Rollins, ‘Airegin’ y ‘Oleo’, a las que la eternidad ya ha hecho también un hueco en su seno. ‘Doxy’ ha amasado condición de clásico con el tiempo y ha sido objeto de atención por parte de músicos de todos los tiempos. Rollins ha echado mano del nombre para bautizar también su propio sello bajo cuyo auspicio ha grabado Sonny, Please (2006), su último álbum de estudio, y la serie ‘Road Shows’. Esta última, suma de música en directo, abarca ya tres entregas, la primera de las cuales data de 2008 y hace acopio de actuaciones de Rollins a lo largo de las tres últimas décadas y la segunda quedó fechada en 2011 y nutrida por algunos de los momentos de los conciertos del ‘colossus’ en 2010, sobre todo del que llevó a cabo en el Beacon Theatre de Nueva York en mayo de aquel año y en el que participaron nombres de la entidad de Ornette Coleman (absolutamente inolvidable el tema que comparten juntos los dos mitos, ‘Sonnymoon for two’, junto a Christian McBride y Roy Haynes), Jim Hall o Roy Hargrove, entre otros. El tercer capítulo de la saga acaba de aparecer, incluye seis temas, registrados en Japón, en las localidades francesas de Toulouse, Marsella y Marciac y también en St. Louis entre 2001 y 2012, y sigue haciendo hincapié, como en el resto de la serie, en la facilidad del maestro para el directo, en su indiscutible capacidad, cuando se ausenta del estudio, para la extracción del matiz, en su magistral convicción durante el ejercicio de la improvisación.
Sonny Rollins anda ahora mismo por los 84 años. Lleva oficiando su magisterio desde hace seis décadas y media y ratificando continuamente su condición de leyenda. Su estilo, sometido al virtuosismo del que siempre ha hecho gala, destaca por su calidad como improvisador, por conferir a su música una personalidad propia que huye del resquicio o la duda, por hacer de la libertad creativa su principal seña de identidad. Es un especialista en riesgos, en caminar sobre el alambre sin red, en descifrar las claves que le desvelen la salida de los laberintos en los que voluntariamente se cuela. Su pericia es objeto de demostración permanente en los seis temas del tercer volumen de ‘Road Shows’. Resultan incuestionables las facultades de Sonny Rollins en la travesía emprendida por él y de la que da testimonio esta grabación. No es fácil buscarle cosquillas a un álbum que abunda en la solvencia y que queda encarado hacia la eficacia gracias a la autoridad de un Sonny Rollins incontestable y a la interacción estrecha que sostiene con el resto de los músicos. También, resulta realmente destacable la participación de Bob Cranshaw. No hay intérprete que conozca mejor al ‘colossus’. No en vano, se juraron fidelidad hace ya cincuenta años y a ella se han entregado con devoción. El contrabajista, también octogenario y al que alimenta una trayectoria de auténtico privilegio, ha sido el compañero de faenas ideal del saxofonista nortemaricano y el guía que ha sublimado el talento de este. En este disco participa en la media docena de temas. Con rigor, con suficiencia. Constituye otro de los grandes alicientes de un álbum realmente atractivo que incluye una composición inédita, ‘Patanjali’, dedicada a un maestro yoga, disciplina que cultiva Rollins, quien, por supuesto y en este disco, asume de manera rotunda su condición de líder y maestro de ceremonias a lo largo y ancho de una propuesta que le rinde constante reverencia. Quizás el momento más impactante de todo el disco lo constituya ‘Why Was I Born?’, adaptación de una reputadísima composición de Kern y Hammerstein II que supera los veinte minutos. La conoce de sobra y al detalle. Otra versión de este aplaudido tema, incluida en su disco en vivo (un género que domina como nadie y del que es maestro y señor) Without a Song: The 9/11 Concert, le hizo merecedor en 2006 de un Grammy. El contagioso entusiasmo impuesto a la canción se convierte en sostén fundamental de un trabajo muy bien armado en el que destacan, sobre todo, el guitarrista Bobby Broom, el baterista Steve Jordan y, por supuesto, el saxo tenor de Sonny Rollins. También hay mucha energía y chispa en ‘Don’t Stop The Carnival’, que, con aroma de calypso (otro género que Rollins ha glorificado), ya ha devenido en tradición en el repertorio del saxofonista. Atractivos también son el poso funk de ‘Biji’ o las facultades de Rollins para atrapar toda clase de emociones en ‘Someday I’Fill Find You’ con la complicidad de las percusiones de Kimati Dinizulu. El título del tercer tema del álbum, ‘Solo Sonny’, es realmente expresivo. Rollins se pone manos a la obra y se arranca con un larguísimo solo (otra de sus grandes virtudes) de ocho minutos que da satisfacción a sus seguidores y engrandece su leyenda. Sonny Rollins está en el disco, en cada uno de sus rincones, en cada uno de los instantes que guarda. Y eso ya es motivo suficiente para no perderlo de vista y tenerlo siempre a mano.
© L. Castellanos, 2014
Sonny Rollins: Road Shows. Volume 3
Músicos: Sonny Rollins: saxo tenor; Bob Cranshaw, bajo; Clifton Anderson, trombón; Stephen Scott, piano (1); Bobby Broom, guitarra (2, 4, 5), Peter Bernstein, guitarra (3,6); Perry Wilson, batería (1); Victor Lewis, batería (2); Kobie Watkins, batería (3, 4, 6); Steve Jordan, batería (5); Kimati Dinizulu, percusión (1,2,5); Sammy Figueroa, percusión (3, 4, 6)
Temas: “Biji”; “Someday I’ll Find You”; “Patanjali”; “Solo Sonny”; “Why Was I Born?”; “Don’t Stop The Carnival”
Publicado en 2014 por Doxy Records.