Lo que llegó a continuación fue como un cambio del día a la noche. La inocencia se volvió indecencia. Las buenas maneras y la elegancia dieron paso a la transgresión sonora del grupo Tarbaby: cinco personajes en busca de un objetivo para el cual han de traspasar diferentes laberintos. Con la excusa de la presentación del disco The End Of Fear (“El fin del miedo”), los componentes de Tarbaby no tuvieron ningún recelo en demostrar su solidez, equilibrio y fuerza en cada una de sus composiciones. La rítmica desgrana sonidos con un sentido preciso. Cada músico quiere ser protagonista de este grupo: cuando Orrin Evans acaricia las teclas o cuando batería y contrabajo trabajan al unísono con un gran sentido del ritmo.
Con el primer solo de la noche a cargo de Oliver Lake, se percibe que este músico de Arkansas y fundador del mítico World Saxophone Quartet sigue estando en plena forma. Su manera de frasear, de incrementar con fuerza y de extraer lo máximo al saxo alto sigue siendo una referencia para la historia del jazz.
Las combinaciones de saxo, contrabajo y batería dan paso a una serie de interludios del trompetista Ambrose Akinmusire, que transmitió toda la noche punzadas afiladas capaces de expandirse por toda la sala. El pianista, mientras tanto, iba dejando sus pinceladas , siguiendo tanto a Eric Revis como a Nasheet Waits. Con este grupo cualquier momento resulta imprevisible. Su música puede iniciar rutas reconocibles, que al momento se alejan en el espacio y en el tiempo. La música de Tarbaby produce vértigo a borbotones.
Otra de las facetas del grupo es la provocación de continuos diálogos a dos y a tres. Oliver Lake es la gran referencia en este quinteto con su desbordante expresividad. Por momentos, el grupo consigue crear unos ambientes sonoros casi lúgubres. Lake retoma los solos, que se alternan con el trompetista volviendo a lanzar punzadas. Para rematar, la sección rítmica hace maravillas en una marcha de alta velocidad, ya con los metales concluyendo las piezas. Tarbaby hace una música con muchas aristas y posibilidades. Una labor en la que merece un aparte Nasheet Waits, un batería siempre certero y que, como los buenos, trabaja más la calidad que la cantidad, manteniéndose siempre imperturbable.
Los solos apabullantes de Oliver Lake suelen dar paso a grandes aportaciones de la sección rítmica, que estuvo impecable durante toda la noche. El trabajo de Eric Revis marcando los rítmos acompasados para dar juego al resto de la banda fue también digno de admiración. Igual de certero se comportó en la utilización del arco en el último tema de la noche. A lo largo de la actuación, la banda se comportó sabiendo ofrecer cada uno de sus miembros su mejor faceta.
Optimismo, ironía y dramatismo son algunos de los mundos evocadores desde los cuales se enfrenta este grupo al jazz. Una combinación ecléctica, donde no faltan los momentos agresivos, pero donde también se cuidan los tempos medios, siempre creando un cuadro sonoro, en general, elegante y bello. Tarbaby es una pieza más en la colección de tesoros que han dejado huella en la historia del San Juan .
Texto © 2011 Carlos Lara
Fotos © 2011 Sergio Cabanillas
Fecha: 18 de marzo de 2011.
Lugar: C.M.U. San Juan Evangelista (Madrid).
Componentes:
Oliver Lake: saxo alto
Ambrose Akinmusire: trompeta
Orrin Evans: piano
Eric Revis: contrabajo
Nasheet Waits: batería