Poco se puede decir, a estas alturas, sobre el cuarteto The Manhattan Transfer que no se haya dicho ya. Y tampoco es que la agrupación vocal neoyorkina vaya a sorprendernos con algo nuevo; hace tiempo que esa etapa quedó atrás. Pero no es ese el propósito de Fifty, un álbum que, como su propio título sugiere, lo que pretende es conmemorar sus bodas de oro con el mundo de la música. Cincuenta años, que se dice pronto.
Tim Hauser formó el cuarteto inicial allá por 1969 y le dio el nombre de una, por entonces, conocida y popular novela del escritor John Dos Passos, Manhattan Transfer (1925). Pero la cosa no cuajó; grabaron solo un disco (Jukin’, Capitol, 1971) y se disolvieron poco después. Sin embargo, Hauser persistió en su empeño de crear un grupo vocal estable, si bien, mientras su sueño se materializaba hubo de ganarse la vida trabajando de taxista. Y por uno de esos azares del destino, un buen día, al año siguiente, Laurel Massé se subió a su vehículo, empezaron a hablar, una cosa llevó a la otra y Hauser terminó fichándola para su nuevo cuarteto. Las siguientes incorporaciones fueron Janis Siegel y Alan Paul y con el grupo ya formado, no tardaron en empezar los bolos por los clubs de Nueva York. Tres años después, Atlantic Records les aceptó una maqueta que terminó convertida en una grabación de éxito que llevaba su mismo nombre, The Manhattan Transfer (Atlantic, 1975). Y el resto es historia: diez Grammys como Mejor Grupo Vocal, tres discos de oro, un disco de platino y más de treinta álbumes, la mayoría de los cuales estuvo, en su momento, en la lista de los cien más vendidos. La técnica del cuarteto de Hauser seguía la estela del trío Lambert, Hendrick and Ross, creadores del estilo vocalese, estilo al que más tarde se unirían cantantes como Al Jarreau, Kurt Elling o Bobby McFerrin.
En 1978, Laurel Massé fallecía en accidente de coche, fue sustituida por Cheryl Bentyne y el grupo se mantuvo estable hasta que en 2014 le tocó al fundador, Tim Hauser, irse de este mundo a los 72, debido a un fallo cardíaco. Ocupó su lugar Trist Curless y hasta hoy cuando, cincuenta años después de que Tim y Laurel se conociesen en un taxi, se publica Fifty, sin la presencia de ninguno de los dos, pero con el estilo inconfundible del cuarteto presente en cada una de las once pistas que lo integran. Alan Paul: “Hemos querido escoger un material que o bien representase un momento significativo de la historia del grupo o bien fuesen canciones que, sin ser necesariamente éxitos, nos gustan de manera especial”. Aquí está, como no podía ser de otra manera, “Twilight Zone/Twilight Tone”, su canción-emblema; “Chanson D’Amour”, número 1 en el Reino Unido en 1977; su excelente versión de “On a Little Street in Singapore”; el tema de los hermanos Gershwin, “The Man I Love”; y “God Only Knows”, de los Beach Boys, que abre y cierra la colección. Y siempre acompañados por la sinfónica alemana WDR Funkhausorchester Köln, si bien, debido a los cierres de fronteras por causa de la pandemia, el grupo grabó en los Estados Unidos su parte y la orquesta hizo lo propio en sus estudios de Colonia, Alemania.
Por supuesto, el resultado es un producto impecable, pero, tal vez y por todo lo dicho, destinado principalmente a quienes no conozcan al grupo o a los coleccionistas nostálgicos. Así que, si ustedes encajan en alguna de estas dos categorías, no se lo pierdan porque lo disfrutarán a buen seguro.
Tomajazz: © Juan F. Trillo, 2022 / https://siunleonhablase.wordpress.com/ – https://www.facebook.com/jan.tilkut
The Manhattan Transfer Fifty
Voces: Alan Paulk, Janis Siegel, Cheryl Bentyne, Trist Curless.
Acompañamiento: WDR Funkhausorchester Köln (WDR Orquesta de la Radio de Colonia, Alemánia)
Publicado en 2022 por Craft Recordings / Concord
Más información sobre The Manhattan Transfer
https://manhattantransfer.net/