Esta balada tradicional norteamericana sobre un asesinato a sangre fría ha sido objeto de numerosas versiones. Las dos que recomendamos no podrían ser más distintas y a la vez acertadas.
La primera corre a cargo de Mance Lipscomb, trovador tejano descubierto en la década de los 60, que relata con una frialdad aterradora los motivos por los que asesina a «Ella», acompañado por su sofisticada y limpia guitarra.
La segunda, grabada tres años antes, es de la orquesta de Gil Evans que, centrándose sólo en la tradicional secuencia de acordes, presenta una rueda de solos de la que destaca el primero, de un joven Steve Lacy, aupado por la rítmica de Paul Chambers con Nick Stabulas.
© Adolphus van Tenzing
Disponibles en:
Mance Lipscomb: Texas Songster (Arhoolie, CD 306)
Gil Evans: & Ten (Prestige/Fantasy OJCCD 346-2)