Bobby Henderson grabó este disco, su primero como líder, en 1957, ya con 46 años, tras ser redescubierto por John Hammond.
En él rinde tributo a su amigo y maestro Fats Waller, con un repertorio formado casi en su totalidad por composiciones wallerianas o temas asociados al genio neoyorquino. El piano stride de Henderson suena poderoso y alegre como el de Waller, sin caer en la imitación; su mano izquierda vale por toda una sección rítmica, mientras que la derecha combina ricas voces en el registro medio con asombrosos ornamentos y cascadas de notas en los agudos. Una joya de disco de un pianista injustamente olvidado.
Bobby Henderson – Handful Of Keys (Vanguard VMD-8511)