Si no fuera por su título, hoy en día este disco pasaría desapercibido para la mayoría de los aficionados. Estamos acostumbrados a todo tipo de experimentos rítmicos y métricos, acentos desplazados, amalgamas imposibles; pero en los años cincuenta el jazz se hablaba, mayoritariamente, en tiempo binario, en cuatro por cuatro, con el contrabajo tocando cuatro notas por compás y el hi-hat de la batería marcando el segundo y el cuarto tiempo. De ahí la importancia de este Jazz In 3/4 Time: una colección de seis composiciones en métrica de tres por cuatro, es decir, tres notas por compás, siendo el vals la forma musical más conocida en este formato ternario.
Kenny Dorham y Sonny Rollins daban brillo a un quinteto que abordó el contenido del disco con soltura y naturalidad. «Blues Waltz» sorprendía al presentar, como su propio nombre indica, un blues como vals (Miles Davis iría más lejos meses después con su «All Blues») y «Lover» impregnó para siempre el imaginario jazzístico popular.
Más adelante llegaría Don Ellis rizando el rizo con su Live In 3 2/3/4 Time, pero esa es otra historia.
© Adolphus van Tenzing
Max Roach: Jazz In 3/4 Time, Emarcy 9566