Apodado “el Bardo de Harlem” (aunque nativo de Misuri), Langston Hughes fue un escritor periférico de ese movimiento artístico conocido como “el Renacimiento de Harlem” (the Harlem Renaissance), que impulsó la cultura afroamericana a la primera línea de combate durante los locos años veinte (the Roaring Twenties). Periférico porque se alejó de los principios estéticos definidos por W.E.B. Dubois y Alain Locke, cuya finalidad era ofrecer una cultura negra de consumo para deleite del público blanco (entre el que se encontraban numerosos mecenas de los artistas de Harlem). Hughes reivindicaba la cultura negra desde sus orígenes africanos, exaltando la diferencia e incorporando al ritmo de su poesía elementos fundacionales de las músicas afroamericanas, como la síncopa (piedra angular de los ritmos de jazz y blues). Hughes rompía las medidas de la poesía tradicional (nuevas formas), desplazaba los acentos rítmicos hacia adverbios que ocupaban todo un verso (acentuando los tiempos débiles del compás) y cantaba al dolor del pueblo afroamericano (el blues). Arte en texto, jazz en palabras, swing en poesía. Langston Hughes.
© Adolphus van Tenzing, 2014