Divertido, cargado de swing y buenas vibraciones; y, a la vez, complejo, anguloso, moderno pero fuertemente afincado en la tradición. No hay duda, se trata de Thelonious Monk. Su composición «Bright Mississippi» llenaba ocho minutos y medio del album Monk’s Dream (1962). Charlie Rouse, quizá el sideman que mejor se entendió con Monk, improvisa sin salirse del ambiente del tema. El líder le acompaña con acordes histriónicos (¿puede ser un acorde histriónico?) y enfoca su propio solo con un desparpajo único. Tras ellos, John Ore y Frankie Dunlop se encargan de que el ritmo no decaiga. Una variación en torno a tres notas, un viaje imprescindible.
Monk’s Dream (Thelonious Monk Quartet), Columbia 8765