Uno de los hervideros importantes del jazz temprano fue la pandilla del Instituto Austin de Chicago, la Austin High Gang. Estos mozalbetes locos por el jazz se reunían a tocar su música favorita, entonces dominada por King Oliver y los New Orleans Rhythm Kings, y escandalizar, de esa manera, a vecinos y familiares.
En los tiempos en los que sí era verdaderamente novedoso ver a músicos tocando en grupo sin partituras, o ver a blanquitos tocando en tugurios de los barrios negros de Chicago, Bud Freeman (saxo tenor o melódico en do), Gene Krupa (batería), Jimmy McPartland (corneta) y Frank Teschemacher (clarinete) entre otros se lanzaron a los brazos de la pasión por el jazz echando por la borda futuros profesionales tan prometedores como anodinos (aunque Tesch falleció en 1932 a los 26 años), y se dedicaron a hacer una música que aún hoy mantiene su encanto.
«Nobody’s Sweetheart» es una joyita de 1927, el mismo de año del «Singin’ The Blues» de Trumbauer & Beiderbecke, en la que coinciden Freeman, Krupa, McPartland y «Tesch» –fue la primera o segunda grabación de Krupa, a sus 18 añitos– junto con Eddie Condon, Joe Sullivan al piano y Jim Lannigan al bajo. Aunque se grabó a nombre de McKenzie & Condon’s Chicagoans, lo cierto es que Red McKenzie no toca en la grabación, de lo que cabe deducir que actuó como productor junto con Condon, que sí toca.
La música en sí constituye una de las mejores versiones de este tema. Lannigan no deja de slappear su contrabajo, y el resto de músicos, que llevaban dos o tres años sin tocar juntos regularmente, suenan encantados de volver a encontrarse. Dicen que Bix Beiderbecke, referencia para los músicos blancos de jazz de la época, escuchó el disco al poco de publicarse y le pareció excelente.
Y no será el tío Adolphus quien contradiga a don Bix.
Disponible en numerosas reediciones, la del CD Jazz at the Windy City (Timeless, CBC 1-021) está remasterizada por J. R. T. Davies, detalle a tener en cuenta en material tan antiguo. «Nobody’s Sweetheart» también se puede escuchar en: