El 19 de septiembre de 1951, Sarah Vaughan grababa cuatro temas para Columbia, acompañada por una orquesta dirigida por Percy Faith.
En esta época, Columbia trataba de publicitarla como una cantante “seria”, lo que se traducía en numerosas ocasiones en pomposos arreglos y pésimo material y, por tanto, en un decepcionante resultado musical. Sin embargo, la melodía de Alfred Newman es el vehículo perfecto para la maravillosa voz de contralto de La Divina. Los cambios de tonalidad desarrollados con pasmosa facilidad, las sutiles variaciones y modulaciones y un vibrato perfectamente controlado redondean una joya de poco más de dos minutos y medio.
© Adolphus van Tenzing, 2010
Disponible en The Chronological Sarah Vaughan 1951-1952 (Classics 1296)