Cuenta la leyenda que Mildred Bailey (cuyo mal carácter era legendario) le hizo alguna faena al joven Eddie Sauter. Este tema habría sido la venganza del arreglista.
Plagada de disonancias casi surrealistas, la introducción sería una trampa para cualquier cantante, pero no para la Bailey, que surca impecablemente la onírica nebulosa preparada por Sauter. El tema lo remata Norvo al xilofón con la orquesta ya devuelta al cotidiano swing de la época.
© Adolphus van Tenzing, 2010
Disponible en Red Norvo: Jivin’ The Jeep (Hep CD 1019).