El pasado día 23 se celebró el centenario del nacimiento del primer músico que demostró –allá por los años treinta, manda…– que no hacía falta ser afroamericano o estadounidense para hacer jazz con fundamento.
De su cuantiosa discografía cabe destacar sus grabaciones clásicas con Stéphane Grappelli en la segunda mitad de los treinta, el quinteto con Hubert Rostaing de los cuarenta, e incluso sus grabaciones finales a la eléctrica, poco antes de su prematura muerte a los 43 años.
El disco que aquí seleccionamos pertenece precisamente a esa última época y contiene temas de las dos últimas grabaciones del gitano. Lejos de su arquetípico sonido acústico, y también del «acústico electrificado» (una acústica con pastilla), aquí Django empuña una Gibson de caja y, cambiando radicalmente su timbre, mantiene intacta su exuberante y apasionada personalidad. Con un repertorio inusual (¡»Brasil»!) y unos acompañantes jovencísimos (Maurice Vander o Martial Solal al piano, Pierre Michelot al bajo, etc.) parecía decidido a darle un giro más actual a su música cuando le falló el corazón. Por suerte tuvo tiempo de dejar al menos una pista de lo que podría haber dado de sí en una nueva etapa. Aunque en los temas rápidos está, como siempre, sensacional, es en las baladas («Insensiblement», «Manoir…», «Nuages») donde se muestra especialmente acertado.
Esta edición es, además, oficial, con excelente sonido, correcta presentación, normalmente precio económico y fácil de encontrar. Sin ser el Django más típico, es una excelente muestra de su periodo último.
Django Reinhardt: Nuages (Gitanes/Universal 018 428-2).
También en You Tube hay muchos videos de Django.
Gracias por tu texto.
Juan jose González