Siempre un paso por delante, la emergencia de Andrew Hill en la escena jazzística de los años sesenta aportó un aire de novedad, frescura e investigación para nada reñido con el disfrute del oyente. Heredero de Monk, de Bud Powell y de la música clásica de la primera mitad del siglo XX, su concepto es abstracto y avanzado, pero el swing y el blues impregnan sus composiciones y su interpretación pianística, donde más que buscar la primera línea de combate se funde con el resto de la banda. En Smoke Stack, su segundo disco como líder, aborda este «Wailing Wail» con dos contrabajos (Richard Davis y Eddie Khan), el primero de ellos dibujando líneas melódicas con arco. Hill dibuja arpegios y colchones armónicos mientras la batería de Roy Haynes marca el tiempo al doble en el ride. Concéntrense en la escucha, ignoren el swing por un momento y no me nieguen que se parece mucho a lo que han hecho varios tríos de piano escandinavos en las dos últimas décadas.
© Adolphus van Tenzing, 2014
Andrew Hill – Smoke Stack (Blue Note 0946 3 56204 2 2)