- Fecha: 13 de octubre de 2012.
- Lugar: Jazzazza, Aljezares, Murcia.
- Componentes:
Patxi Valverde : saxo tenor.
Carlos Sáez: piano.
Julio Fuster: contrabajo.
Miguel Ángel Orengo: batería.Comentario:
En ocasiones la conocida frase “Nadie es profeta en su tierra” no se cumple como tal, menos mal… Sobre todo cuando uno aprecia el trabajo de aquellas personas que un día decidieron renunciar a todo y cambiaron de país en busca de nuevos conocimientos, para dedicar su vida a la música y en concreto al jazz, aunque se trate de un amigo tuyo. No sé hasta que punto es admisible o no hacer la crónica del concierto de un grupo de jazz que además de estar compuesto por buenos músicos, estos son personas con las que te codeas casi a diario. Quizá no debería ser yo el que hiciera esta reseña, por aquello de que la amistad puede influir, pero pensándolo de otra manera por qué no hacerla. Trataré de no caer en elogios musicales y personales totalmente innecesarios. Yo escribo las crónicas musicales basándome en la música que acontece en el momento del concierto, dejando al margen mi gusto personal o la predilección sobre uno u otro músico o grupo, sean amigos o no.
El club Jazzazza acogió con entusiasmo el proyecto del músico, compositor y saxofonista murciano Patxi Valverde con la formación llamada Tropple Quartet. Un cuarteto reconocido por los seguidores del jazz en esta parte del país, compuesto además por el pianista murciano Carlos Sáez, el músico valenciano Julio Fuster al contrabajo, y el baterista y percusionista, también murciano, Miguel Ángel Orengo. La propuesta no fue otra que la presentación del reciente primer disco de Patxi Valverde llamado Looking Forward (AMMUS RECORDS, 2012) grabado en Holanda y manufacturado en Colombia, del que pudimos escuchar algunos temas, además de standards y otras versiones que conformaron el repertorio. Patxi Valverde es un saxofonista con un amplio bagaje en su carrera musical. Formado como Maestro de Música en Cuenca, tras un largo periodo en el ejercicio de la docencia, decidió ampliar sus conocimientos en el campo del jazz en los Países Bajos, obteniendo el Título Superior de Saxofón en elPrins Claus Conservatorium y el Master en Saxofón de Jazz (Composición) en Holanda. Este saxofonista se ha convertido con el tiempo en un incansable trabajador e investigador de la música. En esta mínima presentación, obligada y objetiva, habría que destacar su faceta como director de varias big bands afincadas en el norte de Holanda. Actualmente es miembro de la North European Jazz Orchestra y artista residente de AMMUS (Aula Moderna de Música y Sonido) en Bucaramanga, Colombia. Además ha tocado con músicos de la talla de Benny Golson, Lee Konitz, Bryan Lynch, Owen Hart Jr, Tarek Yamani, Dave Douglas, David Berkman, Don Braden , Jan Reigen, Pavel Susaeta, Juan Camilo Anzola , Johanes Radianto, Ruud Breuls o Chepe Ariza, entre muchos otros.
La primera parte del concierto comenzó con un standard titulado “It Could Happen To You”, a medio swing . La introducción del pianista en solitario dio la entrada a la melodía ejecutada por el saxofonista, seguida de la primera improvisación del mismo. Sáez y Fuster participaron también en el desarrollo de la pieza con improvisaciones ejecutadas de forma precisa y elegante, arropados entre sí con el baterista Orengo, muy atento a las evoluciones de sus compañeros. La rueda de solos cortos de cuatro compases del saxofón, el piano y la batería mostraron la gran fluidez con la que se manejaba el grupo, un primer presagio de la buena interacción que hubo entre ellos. “Granada”, segundo tema del repertorio, del saxofonista Chris Cheek, fue una partitura con claras reminiscencias a la música española. Tras la presentación del grupo, Valverde anunció la siguiente pieza titulada “Colombiando”, composición propia e inédita a ritmo de cumbia , basada en una estructura AABA, con tres variaciones sobre la armonía original en la parte A de la partitura. La primera entrada en la rueda de improvisaciones fue para el pianista Carlos Sáez, que realizó aquí un alegre y vivaz solo muy a tono con la temática de la pieza. Gran ocasión para el baterista Miguel Ángel Orengo, que desplegó su buen hacer, deleitando a los asistentes con un entregado solo de batería. “Beatrice”, del saxofonista Sam Rivers, estuvo marcado por el juego en los cambios de tiempo. Una preciosa pieza musical que Valverde supo encaminar de menos a más, con un lenguaje limpio y conciso, buscando siempre lo sugerente y ese algo más que todo músico de jazz persigue, su propia forma de expresión, su sello personal. La pieza indicó mucho sobre el buen estado técnico de los componentes del grupo, ya que una parte de ella se desarrolló doblando el tiempo del compás en las improvisaciones, en las que Valverde destacó con fraseos largos de gran calidad y bien construidos. El sonido del saxofón, enérgico y poderoso, inundó la sala, balanceándose sobre las intensidades creadas por el solista principal con el apoyo de una sección rítmica impecable.
El tema “Giant Steps” de John Coltrane dio inicio al segundo pase del concierto. Una versión a ritmo de bossa en el que destacó el contrabajista Julio Fuster, con un solo corto pero elocuente. La sesión continuó con una composición de Patxi Valverde titulada “When The Smoke Came Out” que aparece en su álbum. Un blues menor que intenta sugerir el palo rítmico de las bulerías, aunque no de forma explicita. Sáez dejó cabalgar su ingenio y desarrolló una de las improvisaciones más líricas y sugerentes de toda la velada. Su saber hacer y su técnica con el piano, ágil y flexible, le otorgan ese aire sencillo, sutil y cuidadoso en los solos y armonías que ejecuta. La intensidad llegó de nuevo en el solo de Valverde, trasmitiendo fuerza, pasión y entrega con frescos y vigorosos fraseos. “Three Years Ago”, dedicado a Ewa J. Smolak, es otra composición propia incluida en su disco. La pieza, basada en una armonía no funcional, sin centro tonal aparente, contiene varias modulaciones, en las que hubo improvisaciones que fluctuaron entre el concepto vertical y horizontal de la armonía, tocando dentro de las notas del acorde y usando grupos de notas comunes que permitían abarcar varios compases. La meticulosa improvisación de Sáez y el dinamismo de Valverde, fueron aquí lo más destacado. El bolero titulado “Habibi”, compuesto por Valverde, es otro de los temas del disco, en esta ocasión dedicado al pianista libanés Tarek Yamani. Una composición lenta en la que Fuster, Sáez y Valverde articularon sus respectivos solos, a cual de ellos más poético y creativo. Ya casi en su recta final, la sesión continuó con “Yes Or No”, una composición de Wayne Shorter que iniciaron con una contundente introducción del baterista en solitario. La pieza, realizada a una velocidad vertiginosa, alcanzó el clímax deseado en los solos de saxofón y piano. Como era de esperar, el entusiasmado público pidió el correspondiente bis , que el grupo otorgó con la balada “You Don’t Know What Love Is”, interpretada a ritmo funky , que levantó aún más si cabe el ánimo de la audiencia.
Fue este pues, un concierto generoso y audaz en cuanto a entrega, fuerza expresiva y manejo del lenguaje jazzístico de los cuatro componentes del grupo. Una muestra también, entre otros aspectos, de la excelente labor, fruto de la investigación y creación del principal solista Patxi Valverde, un músico embarcado ya en el proceso constructivo de sus propias composiciones, que augura futuros y nuevos aportes musicales dentro de este género abierto y universal.
Texto: © 2012 José Antonio García López
Fotografías: © 2012 Rafa Márquez
2012-10-13