Porque la cosa es que Un blues mestizo, 3 min., 33 seg. es prácticamente todo lo que saqué de aquella época. Y no me quejo. La fama no le llega a uno por ser fiable. Pero relanzó la carrera de Chip. Lo despertó. Y en cuanto a Hiero, lo convirtió en uno de los trompetistas de jazz más famosos de su generación.
De no haber sobrevivido aquel disco, la existencia del Niño podría haber sido una historia que nos hubiéramos inventado entre todos. Hoy día no existe un trompetista que no reconozca su deuda con Hyeronimous Falk. Fue uno de los pioneros, el Louis Armstrong alemán, por decirlo de alguna manera. Wynton Marsalis decía que Falk había sido una de las razones por las que se había hecho músico. «Cuando escuché tocar a Falk, te lo digo en serio, aluciné. Yo era un niño, pero incluso entonces supe que estaba oyendo a un genio, tan evidente era su talento.» Incluso gente que nunca había tocado jazz se daba cuenta de que Falk era EL músico, así, con mayúsculas. Guitarristas punk, chelistas de vanguardia, incluso cantantes de pop de pitiminí decían haberse inspirado en él. El otro día, sin ir más lejos, escuché un riff en la emisora NPR que era puro Hiero.
© Esi Edugyan. Un blues mestizo. Alba Editorial. 2012. Traducción de Laura Vidal.