Desde el 2005, el Centro Cultural Eduardo León Jiménez,en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, celebra cada dos años, bajo la organización que comparte con el Instituto de Estudios Caribeños y el Ministerio de Cultura de República Dominicana, el congreso internacional de Música, Identidad y Cultura en el Caribe (MIC), un encuentro donde se reúnen especialistas en el tema que trata cada edición. El congreso del 2011, el número IV, trató “El jazz desde la perspectiva caribeña”. Este libro que presentamos recoge las memorias, disertaciones y testimonios presentados en este congreso durante los días 15, 16 y 17 del mes de abril de 2011. La publicación ha sido coordinada por Darío Tejeda, director del Instituto de Estudios Caribeños, y por Rafael Emilio Yunén, y aporta una voluminosa y actualizada información sobre la vida pública del jazz y su inserción cultural en la región del Gran Caribe.
En este congreso participaron investigadores, académicos, músicos, periodistas y educadores de Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Puerto Rico, Panamá, República Dominicana, Cuba, Colombia, Bahamas, Haití y Curazao, además de España, Bélgica y Austria, abordando diferentes facetas del jazz caribeño. Las disertaciones y discusiones contenidas en el libro muestran al jazz como el resultado musical de la interacción entre las culturas afronorteamericana y afrocaribeña, ambas marcadas por los legados culturales europeos y africanos en América
Las vinculaciones históricas, sociales y culturales que la música de jazz ha tenido a lo largo de su historia con el Caribe se remontan a sus orígenes. Como escribe Darío Tejeda en la presentación, “la relación de las músicas y músicos del Caribe con el jazz no se reduce sólo a la relocalización o relectura de éste, se trata de relaciones que están en el mismo origen del jazz”, –no hay que olvidar que la contribución caribeña al jazz significa una parte sustancial del patrimonio musical del propio jazz. Por otro lado, en el actual momento histórico, se construyen en torno al jazz nuevos modos de identidad social y cultural con perfiles transnacionales –una identidad cosmopolita que señala lo que es el Caribe actualmente- algo que también se refleja en las intervenciones recogidas en la publicación: los actuales procesos de transculturación que se vienen realizando como consecuencia de la diáspora caribeña por todo el mundo.
Las aportaciones que hace el libro al conocimiento general del jazz en el Caribe son importantes –más teniendo en cuenta la poca información que circula sobre el tema. Existe mucha información acerca de los músicos de jazz caribeños más afamados y sobre los que viven en Estados Unidos, fundamentalmente a través de las revistas y e-zines especializadas, pero muy poca sobre el jazz que se hace en sus países de origen y mucha menos sobre la vida pública de esta música. Como es natural el libro aborda en extensión el jazz en el país anfitrión, República Dominicana –desde diferentes perspectivas y tocando diversos aspectos de su desarrollo histórico y su actualidad. A esto hay que añadir las intervenciones en torno al jazz en países como Venezuela, Cuba, Puerto Rico, Panamá, Colombia, Bahamas y Haití.
El libro está organizado a partir de la propia estructura de mesas y sesiones que tuvo el congreso. Así, recoge las sesiones dedicadas a los festivales de jazz en el Gran Caribe, las dedicadas a la enseñanza, a los instrumentos musicales, a la bibliografía y literatura existente sobre el tema, a la relación del jazz con las tradiciones musicales caribeñas, otras dedicadas a algunos músicos históricos, el jazz latino en EE.UU., la relación de jazz latino y el jazz latinoamericano, … . Entre los participantes en las mesas, cuyas intervenciones recoge el libro, hay personas conocidas por los aficionados, como Giovanni Hidalgo, Humberto Ramírez, Paul Austerlitz, Cristobal Díaz Ayala, Nat Chediak, Rafael Bassi Labarrea, Boby Carcasses, …, entre otros muchos.
Sin querer restar importancia a la calidad y nivel general de las intervenciones contenidas en esta publicación me gustaría destacar algunos textos, desde mi interés personal: la presentación-relatoría final de Darío Tejeda –que en el libro presenta, sitúa y contextualiza el congreso-, también, “Sobre el jazz y las interpretes femeninas en Cuba” de Yarelis Domínguez Benejam, “Imaginación estética e innovaciones técnicas de los músicos latinos” de Leopoldo Tablante y “Fronteras en el jazz latino” de Luc Delannoy.
© Julián Ruesga Bono, 2014
El jazz desde la perspectiva caribeña
Instituto de Estudios Caribeños (INEC), República Dominicana, 2012.
520 páginas.
18×25,5 cms.
Español/inglés.
ISBN: 978-9945-8820-3-2.