Por Juan Antonio Serrano Cervantes y José Luis Luna Rocafort
IV Fira B!
- Fecha: 28 de septiembre de 2018, 18:30
- Lugar: Museu de Mallorca (Palma de Mallorca)
- Grupos:
Ermanno Panta & Banda Zeitun
Ermanno Panta (voz, flauta travesera, saxo tenor, pandereta)
Sergi Gómez (guitarra flamenca)
Yamil Ramos (bajo eléctrico)
André Maurel (batería)
Eva Fernández
Eva Fernández (voz, saxo soprano)
Josep Munar (guitarra)
Enric Fuster (batería)
K 12
Gori Matas (piano)
Marko Lohikari (contrabajo)
Teo Salvá (batería)
Yul Ballesteros
Yul Ballesteros (guitarra)
José Vera (saxo tenor)
José Alberto Medina (piano)
Tana Santana (contrabajo)
Suso Vega (batería)
Julian Vaughn
Julian Vaughn (batería)
Cristian Sorribas (saxo alto)
Sergio Sellés (piano)
Marko Lohikari (contrabajo)
Romeo
Cecilia Giménez (voz)
Guillem Fullana (guitarra)
Toni Mora (piano)
Marko Lohikari (contrabajo)
Pep Lluís García (batería)
Glissando Big Band
Toni Vaquer (dirección)
Salvador Font (batería)
Mª Antònia Gili, Pep Garau, Jaume Blázquez, Guillem Nadal (trompetas)
Tomeu Garcías, Miguel Amengual, Joan Amengual, Miguel Gayà (trombones)
Miguel Ángel Rigo, Cristian Sorribas, Fran Català, Nacho Tomillo, Ángel Rivero (saxos)
Guillem Fullana (guitarra)
Joan Garcías (contrabajo)
Jaume Riera (piano)
Cecília Giménez (voz)
Entre el 27 y el 30 de septiembre de 2018 se ha celebrado en Palma de Mallorca la cuarta edición de Fira B!, mercado profesional de música y artes escénicas de Baleares. Repasaremos lo que aconteció el día 28, segunda de las jornadas en las que el jazz estuvo representado. Cada grupo disponía de unos veinte minutos y las actuaciones se realizaron en el patio interior del Museo de Mallorca.
Desde Formentera llegaron Ermanno Panta & Banda Zeitun, un siciliano, dos argentinos -de Córdoba- y un catalán; Ermanno canta en castellano y en la variante siciliana del italiano; música de aquí y de allá, de un lugar indefinido con un eje vertebrador en el Mediterráneo como en “Puente fluido”, con aires flamencos como en “Tarantella moruna” –Sergi Gómez y su guitarra-; música a veces festiva, “Isla musa”, o reivindicativa en “Refugio”, mientras la parte más jazzera surge con Ermanno al saxo y por el sonido de los dos cordobeses al bajo y batería –Yamil Ramos y André Maurel– soportando el entramado. Me quedo con dos frases de “Refugio”, más que cantadas, recitadas: “En el mar del drama, la chispa de la vida gana”, y “La humanidad es el refugio”. La primera frase no es un anuncio publicitario aunque lo parezca, recordemos la tragedia que se está viviendo en el Mare Nostrum.
Lo comentaba Eva Fernández en un momento de su actuación: “No lo hemos inventado nosotros”. Unir música y poemas junto a Josep Munar y Enric Fuster en el disco Yo pregunto (Discmedi / Taller de Músics, 2018) es algo que se hace desde tiempo inmemorial; en este caso la aproximación a la poesía es más cerebral que del lado de los sentimientos, pero no por ello hay que hablar de frialdad en las canciones, al contrario, hay mucha pasión contenida en “La enamorada”, de Alejandra Pizarnik, ayudada también por la tensión musical que crea la guitarra de Josep Munar que pasó todo el concierto acurrucado en su silla; una voz la de Eva que parece que se va a quebrar por la emoción en algunos momentos pero aguanta bien, me gusta su exquisita dicción y lo bien que sabe encajar las sílabas. Del disco también cantó “La caricia perdida” y “El viaje”, de Alfonsina Storni y “Para leer en forma interrogativa”, de Julio Cortázar, junto con dos inéditas: “Sabor a mí” y “Take This Waltz”, del binomio Cohen-Lorca, aquí Eva utilizó la técnica vocal del scat frente a Josep Munar que improvisaba unas frases de “Moonriver”. Faltó “Alfonsina y el mar” que abre el disco, me hubiera gustado ver cómo la defiende en directo. Otro punto a destacar es la sutileza del acompañamiento de Enric Fuster en la parte vocal. La cosa cambia en los momentos instrumentales, crece la intensidad, y aunque sea un disco básicamente vocal también tiene buenos momentos de la Eva saxofonista. Un gesto que no ha perdido es el de sostener el pequeño soprano curvo como si acunara a un bebé. Tenemos en Eva Fernández a una de las artistas más originales del panorama jazzístico actual.
K12 es un grupo de reciente creación formado por tres de los sospechosos habituales de la escena jazzística mallorquina. Al piano Gori Matas, a Teo Salvá le habíamos visto el día anterior dentro del Pere Bujosa Group, y al sueco Marko Lohikari le veríamos luego en dos grupos más. K12 busca el encanto de lo efímero y la improvisación a partir del clásico trío de jazz. Nos ofrecieron tres temas de buena duración, “Blink”, “Life” y “Children”, el segundo una balada en la que los tres crean una atmósfera tensa, tirando de la cuerda pero sin llegar a romperla; los otros dos temas más rítmicos, con buenas intervenciones a trío pero también con buenos momentos individuales.
El grancanario Yul Ballesteros pasó por Fira B! Para presentarnos su disco Nine tales from the inner space, que a pesar de ser de 2015 era casi novedad absoluta por estos lares, y lo que ofrece este guitarrista es una música con muchos quilates, un jazz muy personal, con buenas ideas, fresco y muy agradable pero también complejo como en los iniciales “Bulli” y “Kinetic Cynicism”; para la ocasión Yul apareció con otros cuatro canarios, que se encargaron de suplir a músicos que grabaron el disco como Kike Perdomo o Aaron Parks y cumplieron de sobra; en “Glaciere” se lució el guitarrista mientras pudimos ver cómo Tana Santana tocaba el contrabajo mientras cantaba de fondo las melodías; tocaron dos temas más: “Nexus” y “Silence”, con el pianista José Alberto Medina que mantiene la frescura de cuando tocó en Eivissa Jazz 2004, cuando todavía era Muestra del Injuve, y completando la formación Suso Vega y José Vera, que dentro del buen nivel y del compacto sonido en general me gustaron en el dinámico “Nexus”. Una música muy atractiva la de Yul Ballesteros.
Más tradicional, aunque no por ello desdeñable fue la propuesta que nos ofreció Julian Vaughn, que se presentó con gafas de sol y una vestimenta que parecía todo un homenaje al saxofonista George Adams -llegaron a tocar juntos-; la lista de músicos con los que ha tocado este natural de St. Louis, Missouri (EE. UU.) sería interminable, empezando por dos reyes: Albert King y B.B. King, además de Lester Bowie, Kenny Garrett o Tete Montoliu. Utilizando su batería como puesto de mando nos ofrecieron cuatro standards como cuatro soles: “Miles” -seguro que mucha gente lo conoce como “Milestones”- para empezar, una versión lenta, lenta, hasta que se desató una tormenta musical sobre el escenario, incluyendo un buen e intenso solo de Sergio Sellés al piano; espectacular Cristian Sorribas en Equinox (John Coltrane) donde también se lucieron Sergio Sellés y Marko Lohikari con Julian Vaughn que seguía dominando desde su atalaya; en “Watermelon Man” los músicos aportaron bastante de su cosecha, terminando con “Passion Dance” (McCoy Tyner) y con Cristian Sorribas todo expresividad al saxo alto.
Cecilia Giménez define al grupo y disco Romeo como “un abanico”, canciones de muy distintas procedencias y estilos con la intención de emocionar, así Cei Giménez, como es conocida artísticamente esta bonaerense que lleva ocho años en Mallorca, de voz agradable y belleza en sus gestos, puede pasar de una intensa interpretación de la conocida canción gallega “Negra sombra” a una elegante versión de “Batiscafo Katiuscas”, uno de los grandes éxitos del grupo pop mallorquín Antònia Font, disuelto en 2013; buena parte de esa elegancia se debe a los arreglos del guitarrista Guillem Fullana; en Romeo también caben canciones como “Dança da Solidão” de Paulinho da Viola o “I Shall Be Released” de Bob Dylan. Destacable también el joven pianista Toni Mora Tur, con 22 años.
Salvador Font Orobitg “Mantequilla”, saxofonista y después violinista, es uno de los históricos del jazz en Cataluña y Mallorca. Tocó por toda Europa con diferentes orquestas y en 1968 se estableció en Mallorca, grabando su último disco ya como violinista (Lp Blau, 1987) reeditado en CD (Blau / Discmedi, 2002). Su hijo, Salvador Font Martínez tocó la batería en grupos como Música Urbana y ahora en la única Big Band estable en Mallorca desde 2011, la Glissando Big Band. Su disco Progression (Temps Record, 2018) es un homenaje a la música de “Mantequilla”, con excelentes arreglos de Toni Vaquer. Toda una rememoración del tiempo de las grandes orquestas, con una buena sección rítmica y metales brillantes con el encanto de ese sonido de las trompetas con sordina, con algunos cambios en la formación pero que no afectaron en el global del conjunto. Arreglos de temas como “Progression” o la balada “What Makes a Love Like Mine”, ésta cantada por Cei Giménez y un gusto volver a escucharla -también repetía el guitarrista Guillem Fullana-. Sorpresa al final, se invitó a unirse al grupo a Eva Fernández y Josep Munar que estaban todavía por allí, y tras acomodarse como pudieron -los dos guitarristas “codo con codo”- tuvieron un recuerdo para el exiliado rapero Valtònic con una gran ovación del público. Sobre “Freedom” de Rage Against The Machine el rapero Balle Doble H improvisó frases como “Cuando la historia se repite ya no hay salvación”, o “Si yo digo rap tú me dices libertad”. A veces olvidamos que el jazz siempre fue una música reivindicativa.
Con la actuación de la Glissando Big Band terminaba Fira B!, al menos en cuanto al jazz se refiere, con un buen número de artistas, algunos ya conocidos y otros a los que habrá que seguir sus pasos a partir de ahora.
Tomajazz
Fotografía: © José Luis Luna Rocafort, 2018
Texto: © Juan Antonio Serrano Cervantes, 2018