www.tomajazz.com | perfiles

 
 
   

..:: GUILLERMO BAZZOLA (sexta parte)

 
   


D.S.: ¿Por qué te vas a Barcelona? ¿Por cuestiones de dinero, de oportunidades de trabajo?

G.B.: Yo originalmente me quería ir a Barcelona, es una ciudad más jazzística que Madrid...

D.S.: Y más cerca del País Vasco, donde hay más movimiento, de Francia...

G.B.:
Sobre todo en Barcelona propiamente, hay más músicos, hay más actuaciones. En realidad, la cosa es por qué me vine a Madrid. Me vine a Madrid porque estaba reventado económicamente, me vine en un momento muy malo, un poquito antes del corralito. Entonces, ¿qué pasó? Me vine a Madrid, conseguí un trabajo extra-musical, estuve unos meses y lo dejé porque no aguantaba. Entré a dar clases en escuelas, en el Taller de Músicos y eso, pero la verdad es que no vi un panorama esperanzador en Madrid como músico. Y lo digo también de músicos que están hace mucho. No me gusta cómo se hacen las cosas a nivel de jazz en Madrid...

D.S.: ¿Por qué?

G.B.:
Porque no me parece una escena activa. No pasa mucho en Madrid, jazzísticamente. Aquí hay una mecánica muy fuerte de “hay un bolo, vamos y tocamos. Quizás ensayamos”. A mí no me gusta eso, nada. Prácticamente no hay proyectos musicales en Madrid. Está establecida esta dinámica del bolo: “Me llaman y voy y hago el bolo”. No es lo mismo hacer un bolo con un grupo cualquiera en la fiesta de un pueblo que con un artista de jazz. Y yo aquí lo que veo es esa dinámica, y es una verdadera lástima, porque hay algunos músicos excelentes. Está Jerry González, por ejemplo, que es un músico muy bueno. Yo hice algunos bolos con él y es un tipo muy agradable además. Y es un músico realmente 10. Pero lo que hace con los flamencos musicalmente no me parece relevante.

D.S.: Está el caso de Chano Domínguez que es un buen pianista, pero que parece que ha encontrado su estilo, que le da un dinero, saca discos y se queda allí...

G.B.:
Chano es un excelente músico. Yo vi el grupo en Vitoria y estuvo bien, ver cada tanto un concierto de ese grupo no me parece mal, no es una música que me entusiasme, pero bueno... Está [Guillermo] McGuill que toca muy bien, yo lo he escuchando tocar jazz y toca realmente bien. Chano es un buen pianista, es un tipo con mucha personalidad y mucha entrega, está bien usado lo de los gitanos, el cante, el baile y la percusión, pero no he visto a ningún grupo de estos que se equipare al nivel de arte de aquel grupo que tenía Paco de Lucía, con [Carles] Benavent, Jorge Pardo y Rubem Dantas...

D.S.: Lo sigue teniendo, creo...

G.B.:
Pero no trabaja mucho...

D.S.: Trabaja a lo mejor una vez al año, unos cuantos conciertos para hacer una gira de un mes, en Japón...

G.B.:
El grupo tiene ya 20 años...

D.S.: Sí, el primer disco con el grupo fue Sólo quiero caminar  que es del 81.

G.B.:
Estuvo en Argentina ese año. Yo lo vi por televisión y después lo vi, en el 95 o 96, en Argentina en directo. Dantas estaba, pero creo que no estaba Tino di Geraldo. Estaban Benavent y Ramón de Algeciras. La primera vez que lo vi estaba Pepe de Lucía, el hermano. A mí realmente me impresionó. Lo que me gusta sobre todo del flamenco es la cosa esta de la rítmica y de la percusión, el cante, las palmas. A mí el canto o el baile no me apasionan, pero en el flamenco sí.

D.S.: ¿Y la guitarra?

G.B.:
La forma de tocar la guitarra me sorprende mucho técnicamente pero en algún momento, salvo que sea Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar o alguno de esos, me satura... Luego está eso del flamenco-pop que no me gusta nada. Parece que algunos de estos productos son de tan corto vuelo. Hay música pop hoy que es interesante, Elvis Costello...

D.S.: Es que creo que el problema no es que sea pop, es cuestión de la orientación, la música que se hace como producto, que es un término que ahora se utiliza muchísimo, con prácticamente un único objetivo que es el económico. Costello a mí no me gusta, porque tiene una voz que no aguanto, pero es un tipo original, que compone, que tiene ideas...

G.B.:
Hay un disco tan bonito que hizo con Frisell a dúo...

D.S.: Con temas de Bacharach, ¿no?

G.B.:
No, uno anterior, se llama Deep Dead Blue, se grabó en Londres y dura media hora no más. Es muy interesante esa música, tiene frescura... Incluso Norah Jones, no me parece que esté mal... Pero eso de que gane Grammys me parece que...

D.S.: Pero los Grammys son como los Oscars, es la industria que se da premios a sí misma. No están premiando la calidad artística. Puede haber un Grammy que tenga calidad artística, por supuesto, pero no es lo que se premia.

G.B.:
Pero bueno, ojalá toda la música pop sea como la de Norah Jones y no como la de Guns’n’Roses...

D.S.: El problema es que en el jazz -que es una música que económicamente tiene poco éxito y una audiencia muy limitada-, si encima las pocas parcelas que hay, como los festivales, las llenan con gente como Norah Jones o Lizz Wright y Malia que hacen una especie de soul-pop, pues no lo veo bien. Me parece muy bien Norah Jones; el problema es cuando en un festival de jazz metes a Norah Jones y luego te traes a la Phil Collins Big Band o Van Morrison, y Van Morrison me gusta mucho. Pero el problema es que están ocupando un sitio.

G.B.:
Hay una cosa que es terrible y es que ser pobre lleva a veces a tener malos pensamientos. Existe la teoría del derrame, que dice que hay que dejar que los ricos sean más ricos, porque van a ser tan ricos que van a empezar a consumir más y que algo le va a llegar a los pobres. Una cosa de un cinismo increíble. Una estúpida ilusión de muchos dentro del mundo del jazz es que creen que porque le vendan a Björk o a Norah Jones y le digan que eso es jazz, la gente va a decir: “¡Ah! Me gusta Norah Jones, me gusta el jazz, por lo tanto me gusta el Art Ensemble of Chicago”. No, esa gente a lo sumo comprará un disco de Diana Krall, que es bastante jazzística llegado el caso. Había un reportaje clásico de Down Beat, que está en su sitio de Internet, una entrevista a Tristano, “The Bebop watered down” -“El bebop aguado”, o algo así-, en la que dice que “eso es una porquería, que el jazz comercial no sirve”. Porque está siempre la cosa de que esa música sirve para acercar a la gente al jazz. Pero no, es otra música. Y el Pat Metheny Group es otra música. Pero eso no quiere decir que Pat Metheny no sea un músico de jazz. Nadie puede dudar que es un músico de jazz honesto y que hace cosas por la música. Ha grabado con Derek Bailey, pero eso también es otra cosa.


Pasa a siguiente página


© Diego Sánchez Cascado, Tomajazz 2003