XVI Festival Internacional de Jazz San Javier
- Fecha: 29 de junio de 2013.
- Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
- Componentes:
Abdón Alcaraz: piano.
Gautama del Campo: saxo alto y flauta.
Jorge Reyes: contrabajo.
Miguel Angel Orengo: batería.
Paco Botía: cajón flamenco y palmas.
Lázaro Issaqui: tumbadoras y palmas.
Enrique Heredia “El Negri”: cante.
Verónica Sobrinos: cante.
Mara Luna: baile.
Comentario:
Jornada de doble sesión en el arranque del XVI Festival Internacional de Jazz San Javier, con la actuación, en primer lugar, del pianista y compositor murciano Abdón Alcaraz, que llegó acompañado por un grupo de ocho reconocidos artistas de la escena musical nacional e internacional, tanto en el ámbito del jazz como del flamenco y la música latina. Alcaraz presentó su último trabajo discográfico llamado Bolero flamenco, ante un aforo que ocupaba algo más de la mitad del auditorio, espectadores ansiosos de escuchar y ver el nuevo proyecto de este gran pianista. La mezcolanza de géneros entre el flamenco y el jazz sigue dando, cada vez más, mejores y excelentes resultados, nuevas aportaciones del lenguaje y una búsqueda de nuevas formas musicales en lo que podríamos “catalogar” como, no sólo una fusión de músicas, sino una música con identidad propia, en la que compositores y artistas navegan bajo las influencias de ambas tendencias. En este caso con el añadido también de la música latina. La trayectoria musical de Abdón Alcaraz está en pleno desarrollo, avalada por varios premios (Premio Filón, del Festival de Flamenco de La Unión, al mejor instrumentista flamenco del 2010) y numerosas colaboraciones con renombradas figuras de la música en las diversas salas y auditorios ubicados dentro y fuera de nuestras fronteras, y varios álbumes editados: Con Alma (2006), Un mar menor (2009), Pianeando por Levante, un proyecto a trío, junto a la cantaora cartagenera Verónica Sobrinos y la flautista Irene Gabarrón, y Reikiavik (EXIT Records, 2010) un disco entrañable y ambicioso, muestra precursora de ese gran talento que acompaña al pianista.
El tema llamado “La casona”, incluido en su disco anterior, Reykiavik, abrió el repertorio elegido, con una introducción de piano que dio paso al resto de la formación. La voz de Verónica Sobrinos asomó sutilmente entre la amalgama de sonidos, en una corta exposición cantada de la pieza, que fueron desarrollando con las primeras improvisaciones del pianista y el saxofonista Gautama del Campo, destacado componente que realizó una extraordinaria labor en los arreglos y contrapuntos con las voces, y en los solos de improvisación que construyó a lo largo de la sesión. La voz de Sobrinos sonó de nuevo, en esta ocasión, poderosa y expresiva en los temas “Bolerenco”, pieza que da sobrenombre al último disco del pianista y en “Podría ser mejor volver”, un melancólico bolero en el que también destacó el sonido y los arreglos del saxo soprano. Los adornos y fraseos de Alcaraz se fueron tornando más complejos, enriqueciendo la compacta sonoridad del grupo y llevando la partitura hasta intensidades de éxtasis y embrujo.
El baile y la danza flamenca tienen también una parte muy importante en el proyecto, protagonizada por la bailadora Mara Luna, que en la pieza llamada “Gitana”, llenó de color y movimiento los ritmos y cadencias musicales creadas por sus compañeros de grupo. La balada “Nos separó la luz”, anunciada y dedicada a Fernando Pravia, es una preciosa composición de Alcaraz, nostálgica y cargada de sentimiento, expresada en la afable voz de Verónica Sobrinos, bien arropada por el contrabajista Jorge Reyes y por los arreglos de piano y saxo soprano.
De su estancia en La Habana, el pianista portaba en su alforja musical un tema acunado en los orígenes del folklore popular cubano llamado “Longina”, compuesto a principios del siglo XX por el famoso trovador y cantante Manuel Corona, uno de los cuatro grandes de la Vieja Trova, junto a Sindo Garay, Rosendo Ruíz y Alberto Villalón, entre muchos otros. Voz y piano, a dúo, se encargaron de completar la partitura en un alarde de interacción musical.
Pasado el ecuador de la actuación, el líder de la formación invitó a subir al escenario al cantante Enrique Heredia, que interpretó dos conocidos temas, “Mía” y “Contigo aprendí”, a ritmo de bolero y del son cubano. En otra composición del pianista llamada “Cubanita”, lucieron las improvisaciones de la sección rítmica, sobre todo en los solos de cajón de Paco Botía, las tumbadoras de Lázaro Issaqui y la batería de Miguel Ángel Orengo, unidos en un discurso común. La sesión aún deparaba alguna sorpresa más, en este caso protagonizada por el joven cantante argentino Miguel Bustos, que interpretó el bolero llamado “Decir adiós”. De nuevo con todos los miembros del grupo en el escenario realizaron el último tema de la actuación, “La música” con la colaboración de Enrique Heredia en la voz.
La música de Abdón Alcaraz es un todo en el que confluyen las experiencias e influencias adquiridas a lo largo de su extensa carrera musical. El jazz, el flamenco, la música latina y otras músicas son inherentes en su trayectoria. Su profesionalidad, su energía y talante, y el amor por este arte están haciendo de él un compositor que respeta las tradiciones e investiga más allá de los cánones establecidos, en busca de una identidad propia, inmerso en el buen camino, y siempre en esa constante evolución.
Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013