XVI Festival Internacional de Jazz San Javier
- Fecha: 29 de junio de 2013.
- Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier (Murcia)
- Componentes:
Dhafer Youssef: cantante y oud.
Kristjan Randalu: piano.
Phil Donkin: contrabajo.
Chander Sardjoe: batería y percusión.
Comentario:
Tres años han pasado desde su anterior visita al XIII Festival Internacional de Jazz San Javier. Me refiero al compositor, vocalista y laudista tunecino Dhafer Youssef. Desde aquella cita la creatividad del músico ha continuado con un imparable ascenso, en el que se incluyen numerosas actuaciones por festivales de jazz de toda Europa, paseando sus álbumes más recientes y otros anteriores, como el titulado Abu Nawas Rhapsody (Jazzland, 2010) dedicado al poeta árabe de origen persa Abu Nawas. Un trabajo que refuerza las líneas generadoras de su música, basada en una exquisita fusión de influencias orientales y occidentales: la música sufi, el jazz, y la música india y centroeuropea, utilizadas para plantear un objetivo único que nos acerca a lo espiritual, a lo místico y trascendental de la música, a través de su personalidad. Son varios los discos, bien como líder y colíder, que acreditan la carrera del artista: Malak (2001), Electric Sufi (2002), Digital Prophecy (2003), Divine Shadows (2006) y Glow (2007) junto al guitarrista austriaco Wolfgang Muthspiel, son algunos títulos entre muchos otros trabajos. Para esta ocasión, Youssef llegó acompañado por un renovado trío de músicos en la formación, compuesto por Kristjan Randalu, en el piano, Phil Donkin, en el contrabajo, y Chander Sardjoe, en la batería y percusión, un triangulo magistral y muy acoplado, como pudimos comprobar durante la actuación.
Casualidad o ganas de acabar lo iniciado, el concierto comenzó con el mismo tema que haces tres años, -creo que en aquella ocasión no terminaron la pieza debido a un fallo eléctrico-, “Aya”, de su álbum Digital Prophecy, un tema enigmático y profundo centrado en los diálogos del oud (laúd árabe) y el piano, en el que pudimos disfrutar de las primeras improvisaciones del pianista de Estonia, Kristjan Randalu, y la voz de Youssef. A partir del primer tema, el concierto se transformó en una suite continua con varios movimientos, en la que enlazaron buena parte del repertorio, tema tras tema, de su último disco y de anteriores trabajos. Por cierto, una actuación algo escasa de duración, unos sesenta minutos, incluido el bis final.
Un concierto cargado de momentos intensos, en el que también tuvieron cabida los sutiles discursos protagonizados entre los componentes del grupo. El contrabajista Phil Donkin, aportó un notable sonido a la formación, manejándose con destreza en los acompañamientos y en los solos de improvisación. Otro destacado miembro del cuarteto fue el baterista y percusionista Chander Sardjoe, un músico con una excepcional carrera ascendente, colaborador de grandes figuras de la escena jazzística, que realizó una labor impresionante durante la actuación. La contundencia y seguridad de Sardjoe hizo levantar a más de uno de su asiento. Fuerza, agilidad y flexibilidad son elementos que le caracterizan.
El vocalista se despidió con un bis, a petición del público, que aún andaba algo extasiado por la belleza de la música, y quizá algo perplejo por lo corta que pudo parecer la actuación. Podríamos aplicar pues aquello de “Más vale poco y bueno que mucho y malo”. Así son a veces las cosas… Salud y jazz.
Texto: © José Antonio García López, 2013
Fotografías: © Rafa Márquez, 2013