Allá por el final de la década de los años cuarenta hubo un saxofonista al que se le ocurrió una idea revolucionaria: grabar un tema consistente en un solo, interpretado en solitario, sin la intervención de acompañante alguno. Este saxofonista era ni más ni menos que el enorme Coleman Hawkins y el tema en particular se tituló «Picasso», creado a partir de «Body and Soul», un clásico intemporal. Esta idea que ahora puede parecer en absoluto rompedora (acostumbrados como estamos a la grabación de discos de saxofonistas en solitario) sin embargo fue todo un hito en la historia del jazz. Entre otros muchos sitios, se debiera encontrar en cualquier antología de saxofón en el jazz que se precie.
© Adolphus van Tenzing
Coleman Hawkins. 1947-1950 (Classics)