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..: ASHLEY KAHN: EL SELLO QUE COLTRANE IMPULSÓ
IMPULSE RECORDS: LA HISTORIA

   
 

 


El sello que Coltrane Impulsó. Impulse Records: la historia
Autores:
Ashley Kahn
Edita: Global Rhythm Press
Colección: BioRitmos
Traducción: Jorge García
ISBN: 84-934487-7-X
Formato: 17 x 24 cm.
http://www.globalrhythmpress.com/


   

CAPÍTULO 1
EL HOMBRE TRAS LA FIRMA: CREED TAYLOR (1954–1961)

LA CREACIÓN DE UNA SECCIÓN DE JAZZ

Taylor no puede precisar cuándo comenzó a dar vueltas a la idea, si a finales de 1959 o a comienzos de 1960. Pero sabe que todo empezó con un nombre.

Estuve pensando sobre el nombre «Pulse» y dándole vueltas. Tenía connotaciones interesantes. Pensé sobre el lema «Sentir el pulso», o «El pulso del mundo de la música» y cosas así.

Con un nombre con el que comenzar, Taylor dejó que la idea se gestara mientras continuaba su trabajo cotidiano para ABC. En 1960 supervisó la edición de numerosas grabaciones que ya tenía listas: unas pocas colecciones de guitarra flamenca, varios discos temáticos a cargo de la «Orquesta Creed Taylor» (música de miedo, canciones de soledad), incluso un elepé dedicado a canciones de taberna subidas de tono. Pero en privado pensaba en un tipo de música muy diferente para su sello ideal, música que no requiriera conceptos de mercadotecnia, música que se justificara por sí misma. «Música muy seria, interpretada con el máximo nivel de musicalidad».

Las habituales visitas de Taylor a los clubes asumieron un objetivo más profundo. Sus favoritos eran los mismos de muchos otros aficionados — Miles Davis, J.J. Johnson, Stan Getz, John Coltrane—,aunque, dada su predilección por los arreglistas y los compositores, estaba seguro de conseguir compromisos especiales de Gil Evans y Quincy Jones.

«Me daba la sensación de que Creed acudía por la noche a un montón de clubes y escuchaba con atención», recuerda Attaway. «Siempre parecía saber exactamente lo que quería, lo que estaba buscando. Eso me sorprendía».

Una cosa que Taylor sabía que debía encontrar era una imagen para su nuevo sello, y todavía recuerda lo que pensaba acerca de las cubiertas de los elepés. «Siempre creí que había dos maneras de mirar un disco. Una cuando está sobre la mesa y la otra cuando está en la estantería. En cualquiera de ambos casos no debería haber problemas para encontrar el sello». Como le bastaba con girar la cabeza, compartió sus ideas con Attaway.

«Compartíamos el mismo despacho», dice Attaway. «Mejor dicho, yo estaba en su despacho. Cuando llegué a ABC me asignaron un cuarto lleno de cajas. «¡Aquí no puedo poner una mesa de dibujo!», les dije, y Creed me hizo un gesto disimulado. Entramos en su despacho, que era amplio, cerró la puerta y señaló hacia un rincón».

La proximidad alimentó un creativo diálogo del que resultó el nacimiento de la imagen de Impulse. Taylor recuerda: «Creo que los colores — naranja y negro— y el signo de exclamación fueron cosa de Fran. No fueron cosa mía. «The New Wave of Jazz is on Impulse» (La nueva ola del jazz está en Impulse), eso sí fue idea mía». Los colores naranja y negro (una combinación asociada sobre todo con el recién disuelto equipo de baloncesto New York Giants) fueron elegidos por su brillo y por el hecho de que ninguna otra casa de discos los utilizaba.

Taylor también reconoce que fue Attaway quien estableció la costumbre de utilizar fotógrafos de vanguardia cuyos retratos e imágenes se reproducían sobre el papel plastificado que cubría por completo las cubiertas. «Tenía mucho gusto. Trajo a fotógrafos famosos [y] a otros que lo serían luego como Roy DeCarava, y trabajó con algunos que ya estaban allí, como Pete Turner».

Cuando Tony Scott aceptó una gira por Asia patrocinada por el Departamento de Estado, Attaway se marchó con su marido y abandonó su trabajo y su hogar durante varios años de viaje. Casi inmediatamente después, ABC contrató a Margo Guryan —una estudiante de música de Boston— como secretaria de Taylor. Llegó a su despacho y Creed le dijo que el jazz había vuelto a la escena y que iba a poner en marcha un nuevo sello. «Recuerdo que también estaba buscando un logotipo. En la versión original era «Pulse!» con un signo de exclamación. Entonces se enteraron de que había otro sello llamado Pulse. Todos nos quedamos muy desilusionados porque el diseño era fabuloso». Pero Guryan recuerda también la solución de Taylor.

Creed se llevó el logo a casa y volvió con una idea que me pareció ingeniosísima. Añadió Im antes de Pulse y puso un punto sobre la «I», de manera que reflejara el signo de exclamación. Era exactamente el signo que aparecía al final pero invertido.

Cuando ya tenía un logotipo impactante, un diseño cautivador y un lema ingenioso a finales de la primavera de 1960, Taylor añadió una presentación de alta calidad y una serie de artistas de primera línea. Sólo entonces pensó el productor que había llegado el momento de contar todo su proyecto al hombre que podría ayudarle a llevar a cabo el plan y que mejor podía apreciarlo.

Todo empezó a concretarse: tenía los primeros cuatro discos en mente y hablé con Harry de ello: «Mira, creo que una funda que se pueda abrir como una carpeta y un acabado plastificado va a ser la manera de introducir la línea de Impulse de una manera innovadora».

Levine estaba convencido, y casi aseguró la luz verde de Clark y Newton. Su papel fue el de parachoques mientras Taylor allanaba el camino, ultimaba sus planes de diseño, ponía fecha a las sesiones de grabación y se disponía para el lanzamiento del sello a comienzos de 1961.

Harry fue una especie de transmisor inapreciable, sabía cómo manejar a Larry y Sam para evitar que yo tuviera que verme directamente con ellos. Harry sabía que yo estaba muy pendiente de las ventas, no sólo de la música. Pero desde luego no iba a cambiar la música para conseguir ventas si la música no encajaba con los tiempos.

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© 2006, Ashley Kahn (de la obra original)
Derechos exclusivos de edición en lengua castellana, Global Rhythm Press
© 2006, Jorge García (de la traducción)