45 años del “mejor disco de la historia” que nunca existió AKA Elis Regina y Wayne Shorter: una historia de amor sin happy end. Por Chema García [Escrito de jazz AKA El Rincón de Chema] [Septiembre de 2025]

El Rincón de Chema: 45 años del “mejor disco de la historia” que nunca existió AKA Elis Regina y Wayne Shorter: una historia de amor sin happy end.

Elis Regina Carvalho Costa, nacida el 17 de marzo de 1945 en Porto Alegre, Rio Grande del Sur, Brasil; y Wayne Shorter, nacido el 25 de agosto de 1933 en Newark, New Jersey, EEUU. La mejor cantante en la historia de la Música Popular Brasileña (MPB) y una de las voces seminales de la Música Creativa del cambio de siglo. La suya fue una historia de amor breve pero intensa. “Nuestra relación no tenía nada que ver con una atracción sexual o algo así sino que iba mucho más allá de eso… fue algo único” (Wayne Shorter, en declaraciones al autor).

El disco que habría de sellar la historia de un amor como no ha habido otro igual, murió antes de nacer.

Esta es su historia.

Wane Shorter. Los Angeles, julio de 2005.

Wayne Shorter me recibe en su chalet de 2 alturas con vistas a “esa bruma de color melaza que los ciudadanos de Los Angeles prefieren al aire real” (Woody Allen). La entrevista, publicada en el diario El País en el año 2005, incluye amplias referencias al “caso Elis Regina”.

“Elis era un ser carismático… nos conocimos en Japón hace muchos años, yo estaba tocando en un festival y ella creo que tenía una gala. Una noche estaba en mi habitación en el hotel y alguien me dijo: «Elis está subiendo las escaleras y quiere conocerte». Cuando llegó, se puso de rodillas delante de mí: «Beso tus pies». Yo no sabía qué decir: «Ponte en pie, ¡eres Elis Regina!»…

“Nos volvimos a ver en Brasil, pero no parecía feliz. Había algo en su mirada que la delataba… ya sabe, Elis era una criatura atormentada. Por eso se me ocurrió invitarla a pasar una temporada en mi casa. Ella ni se lo pensó, cogió el primer avión y se quedó seis semanas”.

“Fue una experiencia mágica. Teníamos la mesa de la cocina tapizada con partituras y hablábamos de música, y ella podía estar cocinando unos chorizos y cantando, y yo la acompañaba. Hasta que, de repente, se venía junto a mí, apoyaba su cabeza sobre mi hombro, y me decía: «Dime, Wayne, ¿qué demonios voy a hacer con mi vida?». Y es cuando empezaba a fantasear con dejarlo todo. Por un lado, quería cancelar todas sus giras, empezar de nuevo profesional y personalmente, pero también estaba empeñada en grabar un disco conmigo” (1).

De regreso en su país, la cantante compareció ante los medios de comunicación para anunciar la grabación del disco junto al “gigante” Wayne Shorter y presentar a la “nueva Elis” nacida sobre las cenizas de la anterior: “ni yo mismo sé quién es”… en el horizonte, una larga cura de desintoxicación emocional lejos de su entorno y sus seres queridos. La “mayor estrella en el firmamento de la MPB” lo sabe: es ahora o nunca. “Estoy en un punto de no retorno”, confirma a los medios reunidos para la ocasión. Lo importante: el nuevo disco llamado a lanzar el nombre de la cantora a los cuatro vientos. Solo que las cosas no salieron exactamente como estaban planeadas.

Versión 1 (Wayne Shorter)

“Estuvimos preparando el disco durante un tiempo aquí, en mi casa, y, luego fui a Brasil y comenzamos con los ensayos. Todos los que teníamos algo que ver con el proyecto estábamos muy involucrados ” (2).

Wayne y Ana Maria Shorter se hospedaron en  el chalet de alto standing propiedad de Regina y su marido, el pianista César Camargo Mariano, con vistas a la recoleta y exclusivísima playa de Joatinga, en Rio de Janeiro. El antedicho describe la rutina de aquellos días: “él despertaba de mañana y hacía jogging, Elis cocinaba unos huevos con bacon para él y los dos rezaban siguiendo el rito budista. Y Shorter componiendo, y componiendo…” (3)

Shorter evoca el clima agridulce que envolvió el encuentro en tierra brasileña: “llegada la noche, nos quedábamos ella y yo apoyados en la baranda conversando durante horas, pero yo notaba que estaba como ausente, le agobiaban los «problemas sentimentales», así que decidimos dejarlo para otro momento que nunca llegó. En mi opinión, había mucha emoción envuelta allí, algo muy particular entre marido y mujer . No era el momento de hacer aquel disco. El elemento humano estaba en juego” (1).

En un encuentro informal posterior con quien suscribe, el saxofonista hizo nueva alusión a lo sucedido durante la grabación del disco: “llegamos al estudio y nos pusimos a trabajar, hasta que ellos dos (se refiere a Elis y César) subieron al segundo piso y se encerraron en una habitación. El resto nos quedamos abajo, esperando. El ambiente era muy pesado, desde fuera se oía como discutían violentamente, tanto que abandoné el estudio y me volví a los Estados Unidos” (4).

El saxofonista volvió a referirse al tema durante su participación en el documental “Elis & Tom, Só Tinha de Ser com Você” (2023), dirigido por Roberto de Oliveira: “Elis y Cesar pararon la grabación, entraron en una sala reservada y comenzaron a pelear acaloradamente. Salieron decididos a no seguir más con el proyecto”. Y sí, pero no. Al final, todo depende del cristal con que se mire…

Versión 2 (Elis)

La periodista  Maria Augusta tuvo la ocasión de entrevistar a Elis Regina durante su estancia en el domicilio del matrimonio Shorter, en la ciudad de Los Angeles (1981)

Como surgió la idea de grabar un disco con Wayne Shorter?
Elis – Surgió estando yo en Japón. Él me convidó a hacer un disco juntos, pero no pensé que eso fuera a suceder así, tan de repente. En Navidad, llamé a Wayne para desearle felicidades y él me dijo que tomara el primer vuelo a Los Angeles. Y aquí estoy, en su casa. Y también pasé un buen fin de semana en Nueva York.

¿Es la primera vez que viene a los Estados Unidos?
Elis– Sí. Yo y Wayne debemos ir a Brasil en febrero para hacer la preproducción del disco. En marzo estaremos grabando. En abril, volveremos a Los Angeles para las últimas providencias, la portada, la mezcla y esas cosas.

¿El disco será en inglés o en portugués?
Elis – Todavía no lo sabemos a ciencia cierta. Wayne ha compuesto muchas canciones, todavía sin letras. En este momento es lo que estamos discutiendo y planeando.

¿Wayne compuso especialmente para usted?
Elis – Sí. Son músicas lindísimas. Estoy muy emocionada, tantas cosas están comenzando a suceder al mismo tiempo… tengo la certeza de que ahora mi vida va a cambiar. Estoy saltando de alegría. Vibrando.

Pero usted afirmó que no quería ya comprometerse con nada…
Elis –Lo que quiero decir es que apenas me siento libre, ligera y liberada… en la vida. No sé para dónde voy. Sólo sé que ya no soy la misma persona.

¿Sabría definir a esa nueva persona?
Elis –No sé para dónde ella está yendo. Todo lleva a pensar que será una persona genial.

¿Es una especie de su renacimiento?
Elis – No. Starting over… just like starting over, como decía Lennon (5).

Versión 2 (César Camargo Mariano)

“Estábamos en el cuarto de los niños, en Joatinga, el día en que nos separamos. Ella me había dicho que necesitaba ir sola a Los Angeles para probar que no dependía de mí. Ahí lo entendí todo. Y fue, y se dio bien”.

“Ella también iba a grabar un disco allí. Y ahí fue que volvió la inseguridad de Elis, y pienso que alguna cosa además de la inseguridad. En medio de toda esa gente, me llamó pidiendo que fuese para allá porque todos estaban preguntando por mí y me necesitaban para grabar el disco. La mandé a aquel lugar. No fui, peleamos por teléfono, entonces ella resolvió grabar el disco aquí, en Brasil, y traer los arreglos. Cuando regresó reanudamos la relación”

“Wayne Shorter quedó hospedado en casa. Él exigió una banda en la que estuviesen “Natan” (Natan Marques, guitarrista), “Luizão” (Luizão Maia, bajista), y “Picolé” (Carlos Contreras, “Picolé”, batería) y, además, quería tenerlos a su disposición las 24 horas. Y allá estuvimos todos metidos en nuestra casa durante casi un mes (6), con los teclados, la batería, el bajo, todo… hasta entonces nadie habló nada acerca de ninguna letra, ni de Elis, no existía un lugar para ella en el disco. El disco era cosa de dos, “¿Cuándo entra Elis?”… en la CBS nadie entendía nada. Había 4 temas listos. Y complicadísimos, tanto que tuve que traducir lo que había escrito con códigos”.

“Cuando llegamos al estudio, a las 9 de la noche, había un ingeniero de sonido y un técnico americano, más otro ayudante, y una cantidad fabulosa de equipamientos, incluyendo un piano eléctrico, un amplificador de bajo, otro de guitarra, y una super-batería armada y monitorizada que ya había pasado la prueba del sonido, con un baterista americano. Y, al lado, los brasileños, de brazos cruzados. Sólo la batería tenía 20 canales disponibles”.

“Nadie entendía nada… la propia Elis se iba calentando cada vez más y más. Detalle: nadie hablaba con nosotros. El único interlocutor era Wayne Shorter. Total, que nos quedamos a ver lo que pasaba. Y lo que pasó fue que Wayne distribuyó las partituras, le dio la suya al baterista, y me dijo: ‘no necesitas preocuparte demasiado, solo haz tu parte porque la parte del bajo y la de la guitarra vamos a colocarlas en los Estados Unidos. Vosotros nos vais a servir de guía’. Yo le contesté: ‘¿cómo es eso?’. Mi cabeza estaba a punto de estallar. Aún así decidimos seguir adelante, hasta el momento en que Wayne Shorter se me acercó, cogió mis manos, las separó del teclado, las llevó de un lado a otro del mismo y me dijo: ‘Toca aquí’. Llegado ese punto, desligué el piano, me levanté y dije: ‘No hay más grabación, disculpa, nuestro productor no está aquí, no sé lo que está pasando, Elis no sabe lo que va a cantar y eso, por no hablar de toda esta historia del baterista». Entonces él dijo: ‘Thank you’. Cogió su saxofón, pasó por casa, cogió sus cosas y se fue. Y al final, toda esa historia se volvió contra mí, fui acusado de haber sido el causante de la cancelación del proyecto” (3).

Versión 3 (David Hajes)

En declaración al diario Estadão, el productor David Hadjes, llamado para coordinar las labores de producción del disco en Brasil, arroja alguna luz en torno a los prolegómenos: “Elis y Wayne habían llevado a cabo un primer encuentro para tratar los detalles del disco en Los Angeles, en la casa del músico. Roy Cicalla, ingeniero de sonido con amplia experiencia, de John Lennon a Aretha Franklin, Madonna y Elvis Presley, fue el encargado de recaudar los fondos necesarios para el mismo. Después se marcó una segunda reunión en Brasil, en la casa de Elis, en Joatinga. Pero a poco del inicio de la grabación en lo que era el estudio de la compañía Som Livre, en el barrio de Botafogo, en plena madrugada, se produjo un desacuerdo entre Shorter y Elis seguido de ataques verbales y una casi agresión física entre ambos cónyuges. Siguiendo a Hajes, el saxofonista habría intentando mostrar la estructura de un acorde al pianista Cesar Cals sin conseguirlo, debido a la barrera del idioma, y ello generó un clima de creciente tensión entre los allí presentes. Incomodada por el trato que estaban recibiendo los instrumentistas brasileños desplazados al evento, Elis se encaró con su partenaire musical con furia inusitada: “Elis le dirigió algunas palabras muy duras afirmando que, en última instancia, la música y el piano eran suyos” (Hajes). De ahí, la disputa se trasladó al piso superior y al ámbito familiar, con las consecuencias de todos sabidas. Visto todo ello, el saxofonista comunicó al productor su imposibilidad de trabajar en esas condiciones y le manifestó su intención de retornar inmediatamente a los Estados Unidos. El proyecto del “el mejor disco que nunca existió”, que su productor describió como “un sueño hecho realidad”, se deshizo en cuestión de minutos (7).

Elis: el ocaso de una estrella

Elis vivió sus 2 últimos años a merced de los vaivenes emocionales y artísticos. Su proyecto de iniciar una nueva vida alejada de todo y de todos quedó olvidado en algún cajón de su apartamento carioca de alto standing. La mejor cantora en la historia de la MPB falleció la mañana del 19 de enero de 1982, en su apartamento de la ciudad de São Paulo, a los 36 años, como consecuencia de una “intoxicación exógena causada por un agente químico” (más tarde identificado como una combinación de cocaína y alcohol etílico).

En el año 2000, Wayne Shorter creó su Cuarteto para el Fin de los Tiempos junto a Danilo Pérez, piano; John Patitucci, contrabajo y Brian Blade, batería. Una experiencia inabarcable/intraducible al disco con la que el saxofonista accedió a regiones inéditas del conocimiento trascendente, dejando a los espectadores en un estado de perplejidad que desafía cualquier tipo de explicación racional.

Buscando un/una culpable

Así como surgió, el “mejor disco de la historia” desapareció del mapa, con sus protagonistas devueltos a sus rutinas respectivas, y la opinión pública brasileña empeñada en encontrar un culpable al que cargar el muerto. Y César Camargo Mariano reunía todas las condiciones para el cargo.

Se dice que Mariano hubo de aceptar a regañadientes el papel que se le asignó como velador de la carrera internacional de su esposa ante la incapacidad manifiesta de aquella, quien habría dejado todo en sus manos en un huir de la realidad que no se limitaba a los escenarios o los estudios de grabación. Y de aquellos barros, los lodos que vinieron a continuación.

Ninguneado por el maestro Jobim durante la grabación de “Elis & Tom” (con el aparente beneplácito de la primera), y por Wayne Shorter, después, César Camargo Mariano carga con el sambenito de ser el “villano de la película” en ambos casos, algo que el imputado viene sobrellevando con una mezcla de cristiana resignación y profunda amargura. La suya, es la queja de quién se pliega ante lo inevitable porque no le queda otra. Mutatis mutandis, Mariano sería también el principal responsable, no el único, de la ruptura de relaciones entrambos cónyuges.

Claro que tampoco falta quien señala con el dedo acusador a la propia cantora, víctima de las circunstancias, las decisiones erradas y su propio éxito: “Elis nunca entendió que Wayne había asumido el mando del proyecto”… Elis Regina habría sido, a un tiempo, responsable por inacción y víctima inocente del imperialismo yanqui personalizado en la figura del esquivo saxofonista y su equipo. Según los tales, la “gaúcha” (dícese de los nacidos en el estado de Rio Grande do Sul) no pasaría de ser un juguete en manos de quienes manejaban los hilos de su vida y su obra, alguien incapaz de decidir por sí misma…

Julli Rodrigues, “mujer, fan y periodista”, residente en Salvador de Bahia, se rebela frente a “la insistencia en colocar a Elis en un lugar pasivo de sujeción a los hombres que la cercaban, como si ella nunca podría haber sido lo que fue si no fuera por ellos. Existe la glorificación exagerada de las figuras masculinas que se cruzaron por el camino de la artista, mientras que sus hechos, sus posicionamientos y los motivos de sus decisiones quedan en segundo plano. Y existe el pecado más grave de todos: la representación de Elis como uma figura loca, inestable, inconsequente, deprimida y suicida, sin ningún matiz que la presente como la persona compleja que era. La mirada masculina es capaz de deshumanizar y cosificar incluso a la cantante más grande de Brasil”…

Rodrigues es contundente en lo que se refiere a la supuestamente inexistente proyección internacional de la artista: “todo el hilo narrativo se resume en la ausencia de una carrera internacional consistente, apesar de haber tenido diversos trabajos en Europa a fines de los años sesenta e inicios de los setenta (8). Los hombres — en especial, el ejecutivo de la industria fonográfica André Midani (in memoriam) y el periodista y escritor Nelson Motta — son unánimes al decir que Elis no tuvo éxito en el exterior “porque no quiso”. El subtexto que queda es que “Pimentinha” (apodo por el que era conocida la cantora)  no quiso tener una carrera internacional por estupidez, murió demasiado pronto y perdió la oportunidad”.

La representación de una Elis insegura, inestable y desequilibrada parece no corresponder a la realidad, según Rodrigues. Y, como prueba, “el testimonio “altamente parcial” del músico Wayne Shorter sobre el álbum con Elis que nunca aconteció…  “altamente parcial” porque hay otras versiones de la história contadas por él mismo, donde se cuenta que aquel convite tenía sus inconvenientes”.

Y concluye: “en toda esta discusión sobre lo que Elis podría haber sido y no fue, son omitidas las motivaciones y elecciones de una mujer políticamente consciente que quería involucrarse con su país de origen y hacer arte para el pueblo en medio de una dictadura militar” (9).

Un precedente: Milton Nascimento

En 1972, el grupo Weather Report, con Wayne Shorter, llegó a Rio de Janeiro para actuar en el Teatro Municipal de la ciudad, siendo que la actuación coincidió en día y hora con la presentación de Milton Nascimento y el “Clube da Esquina” en la misma ciudad (10).

Nascimento recuerda lo sucedido, en conversación con el periodista y escritor Márcio Borges:

“La esposa de Wayne, Ana Maria, leyó en un periódico que el personal del “Clube da Esquina” tocaban ese mismo día, y a la misma hora. Total, que los Weather Report recortaron su espectáculo, dejaron un coche preparado en la puerta de atrás del Municipal, y salieron a mil para pillar al menos una parte del show. Yo estaba a punto de entrar en escena cuando alguien me dijo: ‘Wayne Shorter está aquí’. No me lo podía creer. Yo ya estaba absolutamente loco por él, desde cuando tocaba con Miles Davis. Empecé a temblar”.

Por donde, los integrantes de Weather Report  regresaron las siguientes siete noches al show del “Clube da Esquina”, y así hasta que, llegada la noche de despedida, Shorter llamó a Milton Nascimento a un rincón y le preguntó si no querría grabar un disco con él…. “yo dije: querer, quiero, pero no sé si voy a conseguirlo… ”

Nascimento viajó a Los Angeles acompañado por dos de sus colaboradores asiduos, el pianista Wagner Tiso y el percusionista Robertinho Silva. Los tres quedaron hospedados en la casa de los Shorter, en Beverly Hills. “Cuando llegamos al estudio de grabación, sabíamos lo que queríamos hacer y cómo íbamos a hacerlo, y, aún así, nos dejamos ir adonde la música nos llevara. Es lo que tiene tocar junto a un grande como Wayne Shorter” (11).

“Native dancer”fue grabado en 1974 y publicado al año siguiente, batiendo algunos records de ventas en el apartado de “música de fusión”.

“Wayne dio en el clavo. Porque en aquella época al personal del rock no les gustaba el personal del pop, y a estos no les gustaba el personal del jazz…  la gente no gustaba esto, no gustaba aquello… él terminó con todo eso. Yo, por ejemplo, empecé a ser llamado por todo tipo de músicos para trabajar con ellos, incluso clásicos. Así que debo a Wayne una parte importante de la historia de mi vida (11).

“Este disco es típico de aquellos que uno lo pone y lo deja fluir por el aire, y se amiga con una cena, se compromete con una tarde de trabajo, se acomoda en el asiento de algún vehículo, y te hace menos tortuoso el viaje, se mete en alguna tarde lluviosa, se entrevera con tus sábanas, básicamente se une a tus placeres, y todo además suena parejo, todo en su lugar, las intros de cada track te despiertan sentimientos profundos, cada momento te sacude en oleadas de piano, percusión, y saxos, además de la voz de Milton que aparece de pronto como un viejo amigo que no ves hace años. Y hago una descripción básicamente sentimental despojada de cualquier detalle técnico, porque este tipo de obras no se critican, simplemente se disfrutan” (12)

Algunos/bastantes años más tarde, Esperanza Spalding coronaría la proeza de colaborar con ambos artistas, Wayne Shorter y Milton Nascimento, en sendos proyectos, “Iphigenia” (jazz opera con música del saxofonista y letra de la susodicha) y “Milton + Esperanza” (Concord Music, 2024). Dicho sea sin ánimo de faltar.

Lo que pudo ser… y será

La cita es el próximo jueves, 18 de septiembre de 2025, en la sala Audio Rebel, “the place to be” para cualquier aficionado a la buena música en Rio de Janeiro. Yumi Park (voz), Zé Maria (sax), Alex Rocha (contrabaixo), Zezo Olímpio (piano) y Roberto Rutigliano (bateria) ofrecerán su versión personal e intransferible del disco que pudo ser y no fue a partir de los materiales existentes, los recuerdos y las conjeturas… porque la imaginación no tiene límites.

La presentación correrá a cargo de quién suscribe.

Elis Regina, Wayne Shorter: Um encontro imaginado
Jueves, 18 de septiembre, 20:00 h.
Audio Rebel
Rus Visconde de Silva, 55 – Botafogo (RJ)
ELIS REGINA & WAYNE SHORTER Um Encontro Imaginado em Rio de Janeiro – Sympla 

Tomajazz: Texto y fotografías © Chema García Martínez, 2025

Notas

(1) “Tocar la vida. El músico de jazz: vueltas en torno a una especie en extinción” (Chema García Martínez. Alianza Editorial. Madrid, 2019)

Entre los habituales de la casa-refugio del matrimonio Shorter se encontraban numerosos miembros de la farándula, el pensamiento y la música, entre los cuales, el pianista Herbie Hancock, el compositor y arreglista Quincy Jones y las cantoras Joni Mitchell y Tina Turner, ligada a los antedichos por razones de vecindad y creencias religiosas. Por donde, Shorter y Ana Maria dieron refugio a la cantora después de que ésta abandonara su hogar huyendo de su marido, el guitarrista y cantante Ike Turner. En mi libro “Tocar la vida”, el saxofonista recuerda el momento: “estaba regresando de un concierto cuando recibí la llamada de mi mujer: “adivina quién viene a cenar esta noche”. Era Tina Turner. Y se quedó 3 meses. Ella y Elis terminaron haciéndose amigas. Hacían todo juntas, cantaban, rezaban, se revolcaban por el suelo y cocinaban juntas. Por cierto, Tina era una cocinera estupenda”.

(2) “Tocar la vida. El músico de jazz: vueltas en torno a una especie en extinción” (Chema García Martínez. Alianza Editorial. Madrid, 2019) / declaraciones al autor (inéditas).

(3) César Camargo Mariano en declaraciones a la periodista Regina Echeverria (en”Furacão Elis”. Editorial Nórdica, Rio de Janeiro, 1985. Reedic: LeYa Editores. Pacaembu, São Paulo, 2012).

(4) En declaraciones al autor (inéditas)

(5)  Maria Augusta para la  revista Amiga (1981) (en https://antiguinho.blogspot.com/2017/01/elis-revista-amiga-1981.html?m=1 y en https://elisreginapimentinha.blogspot.com/2013/02/elis-e-wayne-shorter-o-disco-que-nao.html ). En el segundo caso, la entrevista es atribuida erróneamente a la periodista Valéria Burgos, de la revista Manchete.

(6) Como el lector puede comprobar, las referencias a la duración de los ensayos en el domicilio del matrimonio Mariano difieren, dependiendo de las fuentes, de seis días a “casi un mes”.

(7) “Elis Regina e a história inédita do maior disco que nunca foi gravado (Diario Estadão, 23 agosto 2023)

(8) Como prueba, el disco que la cantora grabó en Estocolmo a dúo con el armonicista, guitarrista y compositor Toots Thielemans, “Elis & Toots” Philips, 1969).

(9) Julli Rodrigues, “Elis pela lente dos homes – Os vários erros de representação cometidos pelo documentário “Elis & Tom”, na visão de uma mulher, fã e jornalista Julli Rodrigues” (Medium, revista digital, 25 septiembre 2023 https://medium.com/ouvindo-coisas/elis-pela-lente-dos-homens-4e9ec27a9a50 )

(10) El “Clube da Esquina” (“Club de la Esquina”) fue fundado en la ciudad de Belo Horizonte. Capital del estado de Minas Gerais, por un grupo de músicos y amigos en torno a la figura de Milton Nascimento. Formaron parte del mismo, entre otros, Toninho Horta, Wagner Tiso y Lô Borges.

(11)  Robertinho Silva en declaraciones al autor. Rio de Janeiro, 2021.

(12) Márcio Borges, “Os sonhos não envelhecem. Histórias do Clube da Esquina”‎ (Geração Editorial. São Paulo, 2019)

(12) “Alberto” en Cabeza de Moog https://cabezademoog.blogspot.com/2015/09/wayne-shorter-milton-nascimento-native.html

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Chema García en Tomajazz

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